"Let you rest your head on me, if that's what you need, in this teenage dream tonight"                                                  Justin Bieber Fanfic

viernes, 7 de diciembre de 2012

Capítulo 11 ~ Segunda Temporada



-Se acabo. Dejar los bolígrafos encima la mesa, y entregarme los exámenes.

El ultimo examen y por fin las vacaciones de navidad. Había pasado la semana más dura del primer trimestre y podía decir que tampoco me había ido tan mal. Exceptuando algunas materias, claro.

-Como ya sabéis, este examen cuenta para la segunda evaluación. - siguió hablando la Sra. Miller. - Ahora os entregare el boletín de notas. Espero que el próximo trimestre haya un poco más de voluntad por vuestra parte. Cuando tengáis vuestro boletín, podéis iros a casa.

Espere mi turno pacientemente en mi silla, hasta que me llamo.

-Bien, _______. Buen trabajo, aunque podría haberte ido mejor – me sonrió – Pasa una feliz navidad.

-Igualmente – susurré.

Abrí el boletín, y revise mis notas.

Mierda – musité.

Me quedaba una asignatura suspendida con un 4.

Mientras maldecía en mi interior, unas manos rodearon mi cintura.

-Y bien...¿como ha ido? - susurro, a la vez que sus labios rozaban mi oreja.
-Una suspendida.... - me gire para verle - ¿Y tu?
-Oh, ninguna – sonrío entre dientes. - Te tendré que dar clases particulares.
-Si...a saber que clases particulares me darías tu...
-Vaya, vaya señorita _______. ¿Y esa mentalidad tan sucia?
-Oye! No es mi culpa si malinterpretas mis palabras - dije golpeándole el brazo.
-Yo encantado de dártelas – dijo guiñándome un ojo, y seguidamente moviendo las cejas.
-Mira que eres tonto – me estaban subiendo los colores.
-Amas a este tonto – me beso la mejilla.

Salimos del instituto cogidos de la mano. Hacia bastante frío  así que me subí la bufanda de manera que me tapara hasta la nariz.

-¿Ya has pedido permiso? - rompió el silencio que había entre nosotros.
-¿Esquí? Aún no y viendo las notas... - solté una risa nerviosa. - Creo que vais a ir vosotros solos.
-Pero si nos vamos mañana. No me jodas _____.
-Justin... - me pare en mitad de la calle y le mire fijamente. Observe como se tensaba su cuerpo – Era broma.

-¿Te he dicho alguna vez que eres extremadamente mala conmigo?
-No – dije sonriendo ampliamente. Pase mis brazos al rededor de su cintura y seguimos andando, riendo por todo como dos auténticos tontos.

-Tengo ganas de ver a Maria, Ryan, y los demás – Hacia como mil años que no les veia. Y Maria iba a mi instituto encima.

-Yo tengo ganas de pasar una semana contigo. - sonrió.
-¿Sabes que eres muy cursi? - empecé a reírme.
-Vale vale, tu lo has querido. No te quejes después cuando sea un borde contigo – dijo indignado.

Llegamos a la zona comercial de la ciudad. Todas las tiendas estaban decoradas con el típico verde y rojo.

Fijándome en los escaparates, vi una de las cosas más preciosas que en mi vida había visto. Me solté del agarre de Justin y entre a la tienda.

-Disculpe – Me dirigí a la dependienta - ¿Cuanto cuesta?

Señalé el vestido del escaparate. La dependienta me miro de arriba abajo y luego me sonrió.

-Nos ha llegado nuevo. Es de esta temporada. - explicó aun sonriendo – 70, 80 euros. Y te aplicamos un descuento de un 10%.

Le agradecí la información y salí de la tienda. Justin estaba apoyado en la pared esperándome.

-¿Que has visto ahí que tanto valía la pena para dejar a alguien tan perfecto como yo, esperando en la calle, solo y pasando frio? - dijo, pasando su brazo por mis hombros.

-Nada, el vestido ese. – sonreí – Egocéntrico.

-Guapa. - Se rió.

Después de 20 minutos, llegamos a mi casa.

-Te paso a buscar mañana a las 9. - dijo, dándome un beso en la mejilla.

-¿No vas a entrar? - hice un puchero.

-Se que quieres que te de las clases particulares – me guiño el ojo – Pero tengo que hacer varias cosas.

-Lo que sea – puse los ojos en blanco – Nos vemos mañana.

Paso sus manos por mi cintura y acerco sus rostro al mio, acariciando mi mejilla y seguidamente, me beso lento y dulcemente. 

-Eres tan sexy cuando te indignas – dijo riendo.

-Eres tan idiota – respondí, con la respiración entrecortada.

-Ahora, te vas a hacer tus cosas que son mas importantes que estar con alguien tan perfecta como yo. - seguí hablando, imitando su tono de voz. Escuché como se reía mientras cerraba la puerta de casa.

-¿Algún día me lo vas a presentar no? - vi como mi padre estaba apoyado en el marco de la puerta de la cocina.

Me subieron los colores y me empezaron a sudar las manos.

-Tranquila, que no le voy a morder – se rio – solo quiero conocerlo. Cuando tu quieras claro.

-Claro, ya se lo diré – sonreí.

-Adolescentes – escuché que susurro y entro a la cocina.

Subí a mi cuarto, y tire el bolso encima de la cama. Mire el reloj, y eran las 19:30.
Cogí mi teléfono y me senté en la silla del escritorio.

“¿Que tengo que llevar en la maleta, feo?”
Le pregunte vía whatsapp. No tardo mucho en responder.

“Vas a pasar una semana en los montes nevados, con alguien tan sexy como yo. Piensa”

“No te he preguntado eso, egocéntrico. Que tengo que llevar”

“Ropa :D”

“¿No me jodas? Que te den.”

“Yo también te quiero.”

Apagué el teléfono, riendo por lo estúpido que era a veces.

Hice la maleta con la intención de poder dormir más, y seguidamente me fui la ducha. Baje a cenar y no tarde mucho en irme a dormir. Me levantaría a las 8 para poder arreglarme.

_____

Apagué el despertador y me puse la almohada encima la cara. Quería dormir más, pero no podía.

Entre al baño, para lavarme los dientes y la cara, y baje a la cocina para buscar algo que desayunar.
Encontré mi desayuno hecho en una bandeja, junto a una nota.

“Te he preparado el desayuno, disfruta de la nieve.”

Desayune lentamente, enfrente del reloj. A menos veinte acabe, deje los platos dentro en lavavajillas y subí a trompicones las escaleras.

Me lave los dientes lo más rápido posible y me arregle el pelo lo mejor que pude. Cogi mis cascos, y mi telefono y los encima la maleta para recordar de llevarlos. Me vestí (http://www.polyvore.com/cgi/set?id=64878251&.locale=es) y me puse los zapatos. Guardé mis cosas en el bolso y baje la maleta como pude por las escaleras. No pesaba mucho, pero el tamaño dificultaba el transporte.

Mire el reloj. Las 08:57.

Listo; pensé.

Me puse la chaqueta, y esperé en la puerta que viniera. Pasaron 10 minutos hasta que sonó el timbre.

-Llegas tarde – dije abriendo la puerta.
-Díselo a Ryan, es su culpa. – señalo detrás suyo. Un monovolumen de color azul con la puerta abierta, estaba detrás suyo. Entonces fue cuando Ryan asomo su cabeza.
-Me has echado de menos me han dicho – gritó desde su asiento.

-Ryan cierra el pico – dije riendo.

Puse mi equipaje en el maletero, y entre en el monovolumen con Justin.

-A mi también me has echado de menos, ¿verdad? - hablo duna voz femenina desde detras mio que solo podía ser de María.

-Te daría un abrazo, pero no puedo – sonreí - ¿Y Jasmine?

-Estará en el aeropuerto esperando con Chaz y las demas.

-Y bien, ¿donde vamos a esquiar? - pregunté acomodandome en el asiento.

Justin sonrió ampliamente.

-Canadá.

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Gracias por leer preciosidad. 

miércoles, 5 de diciembre de 2012

Capítulo 10 ~ Segunda Temporada


Lentamente, se separo de mi y me abrazo. Nos quedamos en silencio unos minutos, escuchando las gotas caer y seguidamente nos pusimos a andar aun abrazados.

-Dime. ¿Como lo haces? - apoye mi cabeza en su hombro mientras andábamos a paso lento y nos mojábamos aun más.

-¿Como hago el qué?

-Hacer que te perdone tan fácilmente.

-Por que te encanto – me dijo, dándome un suave beso en la mejilla.

-Creído – musité.

-¿Quieres entrar? Esperamos a que deje de llover y intentamos secarnos sentándonos al lado del radiador – señaló el Starbucks de enfrente nuestro. Me apetecía algo calentito, así que acepte.

-¿Que te apetece? - me preguntó mientras nos poníamos en la fila.

Iba a contestarle que quería un chocolate caliente cuando mi mente perversa entro en acción. Aun sabiendo que había gente a nuestro alrededor, me acerqué a él y le metí la mano por debajo su camiseta mojada, haciendo que se estremeciera. Empece a trazar círculos con mi dedo indice sobre su abdomen y me acerqué a su odio, y lentamente le susurré;

-Me apeteces tu.

Me encantaba observar el efecto que tenia sobre él. Se quedo petrificado tragando saliva sonoramente.

-Era broma – añadí, dándole un golpe fuerte en su barriga.

-Eso no se hace – me dijo casi sin voz.

-Tu decidiste tontear con la rubia delante mio. Quiero un chocolate caliente, amor. - le guiñé el ojo y me fui en busca de una mesa vacía.

Le deje murmurando cosas que seguramente ni él sabia y no pude evitar reir. Me senté en la primera mesa que encontré, esperando que viniera, cuando alguien me sacó de mis pensamientos.

-¿_______? - levanté la vista y me di cuenta de que era Josh. Me quede petrificada, sin saber que responder.

-¿Que haces aquí? - espeté.

-Lo mismo puedo decir. Me he iba a casa, pero no tengo llaves y mi hermana trabaja aquí.
-Ah. Bien.

Era una situación bastante incomoda, teniendo en cuenta lo que había pasado hacia pocas horas atrás y más sabiendo que Justin llegaría en cualquier momento.

-Escucha... - se rasco la parte de atrás de su cabeza – Lo sien...
-Llego tu príncipe azul – Justin le interrumpió y al verle, su reacción no fue la mas adecuada. - Mejor nos vamos arriba , ________.

Me dio mi vaso y nos fuimos para la planta superior, pero me agarraron de la mano.

-Déjame hablar contigo, por favor. - Sus ojos me lo suplicaban y no se lo negue.

-Justin, 3 minutos. - acaricie su mejilla – Solo 3. Lo prometo.

Puso los ojos en blanco, y siguió subiendo las escaleras hasta que desaparecio.

-Qué.

-Escucha... - empezó a hablar. Vi como le temblaban las manos – Realmente, no se lo que ha pasado hace 2 horas. No sé por que he reaccionado así. Pero es que no le soporto. Y tu estas ciega. No ves como es la realidad.

-Claro que veo la realidad. - Me burlé. - La realidad es que te has comportado como un imbecil y ahora estas buscando excusas.

-No la ves. - suspiro. - Tu no sabes como es este del que “estas enamorada”. Pero tu misma, no digas que no te he avisado.

Dio media vuelta, y se fue. Sin haberse llegado a disculpar.

Subí las escaleras para buscar a Justin. Cuando le ví, me fui a sentar a su lado.

-¿Que haces? - le pregunté besando su mejilla. Estaba concentrado con su móvil.

-Mi Pou se esta muriendo. Estoy en depresión. Animáme. - hizo un puchero de niño pequeño.

-Que tonto eres, oye. - me reí.

-¿Que te ha dicho? - Su capacidad para cambiar las expresiones faciales era enorme. De sobreactuar a estar totalmente serio. Me sorprendía.

-Nada la verdad – suspiré – Esperaba que se disculpara, pero ni eso.

-Soplapol...

-¡JUSTIN! - me empece a reír – Ese vocabulario.

-Perdona mamá. - hizo una mueca.

Pasamos el rato en el Starbucks, compartiendo pequeños instantes que no significarían nada para cualquiera que nos estuviera mirando, pero que para mi lo eran todo.

-¿Donde vas a pasar las navidades? - dijo de repente.




-Pues no lo sé. Iba a pasar este fin de semana con mi madre pero ella no puede. Asi que me quedo en casa de mi padre – suspiré – Y para vacaciones de navidad...Queda una semana. No sé. ¿Porqué?

-¿Por que no te vienes? - dijo sonriendo.

-¿Donde?

-Ryan y los demás, vamos a ir a esquiar. Quiero que vengas. - simulo una falsa tos – Exijo que vengas.

-Lo hablaré con mis padres. Gracias por invitarme. - sonreí - ¿Nos vamos ya? Quiero llegar antes que mi padre.

Justin asintió, y nos levantamos. Andábamos por las calles abrazados. Aun estabamos un poco mojados, pero no tanto como al principio. Por el centro de la ciudad, se notaba el ambiente a navidad. Los niños con sonrisas enormes en sus caras, señalando escaparates repletos de juguetes y similares, las luces que adornaban las calles cuando caía la noche. Definitivamente, me encantaba la navidad.

-Me gusta la navidad. Y saber que la voy a compartir contigo hace que me guste mas aun – me susurró al oído.

Escondí mi cara en su hombro. Tenia esa capacidad de hacer que se me subieran los colores en pocos segundos.

Después de andar un rato, llegamos a casa.

-Bien. Nos vemos...el lunes. - me beso la frente, la nariz, y luego los labios – Te quiero.

-Yo a ti no. - sonreí abrazandole.

-Mentirosa. ¿Como no puedes querer a algo tan adorable como yo?

-Tonto. - Le besé por ultima vez antes de entrar en casa – No me eches de menos.

-Ya lo hago – dijo dramatizando.

Entre en casa y automáticamente después de cerrar la puerta me tire al sofa de cabeza.

Estúpido amor adolescente; pensé.

Volvía esa sonrisa de adolescente-tonta-locamente-enamorada a mi cara y no había manera de quitarla.

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Gracias por leer preciosidad.

sábado, 1 de diciembre de 2012

Capítulo 9 ~ Seguna Temporada



Narras tú.

-¿Justin? Puedo hablar contigo. – apareció Blair con los ojos llorosos.

-No. – Justin me acaricio el puente de la nariz con el pulgar, sin dirigirle la mirada.

-Justin… - susurré. – Esta llorando.

-Me da igual. – Se levanto, e hizo que yo me levantara con él – Vamos.

Mire como una Blair petrificada, estaba aun detrás de nosotros. Estaba totalmente pálida. Me dio pena, en realidad, supuse que ella hizo todo eso porque estaba aun enamorada de Justin. Por
otra parte, valiente zorra que era.

Justin me cogió de la mano con fuerza, y nos fuimos a secretaria.

-Haz ver que estas enferma – me sonrió - ¿Sabes actuar no?

-¿Qué? ¿Por qué voy a hacer eso?

-¿No quieres que pasemos un rato solos? – me hizo un puchero, y no pude evitar sonreír

-La verdad es que no quiero. ¿Crees que ya esta todo solucio…

Me cogió de la cintura, y me acerco a él hasta chocar nuestros labios. Vi como me guiñó el ojo, e automáticamente, cerré los ojos para entregarme más en el beso.

Extrañaba esa sensación de sentir sus manos sobre mi cintura y sus sonrisas encima de mis labios.

-Claro que está solucionado – añadió al separarse de mi – Ahora, hazte la enferma.

-Estúpido – musité.

Andamos hasta secretaria, y Justin fue a hablar con la chica de ahí.

-Hola Justin – escuché como le hablo, mal asunto

-¿Me echabas de menos Amanda? – estaba segura de que después de esa frase le había guiñado el ojo. Maldita maquina de seducción. – Mi compañera de clase se encuentra mal. Creo que tiene que ir a casa. ¿Podemos llamar a su madre?

Vi como la chica (rubia, seguramente de bote) saco la cabeza para mirarme. Hice la peor cara posible, aguantándome la risa, porque Justin me miraba fijamente.

-Señorita…

-________. Se llama _________ - Contestó Justin.

-Bien, _______. Debes darme el numero de tu madre – Amanda puso los ojos en blanco.
Le di mi teléfono a Justin para que buscara el numero y se lo diera la secretaria.

-No más de 5 minutos. – Me alcanzó el teléfono, pero Justin se lo quito.

-¿Es que no la ves? ¿Cómo va a hablar en ese estado? Ya lo hago yo. – Empezó a marcar el número, mientras la otra murmuraba cosas. Seguramente sobre lo harta que estaba de él.

-Vaya por dios…No lo coge. Amanda, creo que ______ debe de salirse ya, antes de que vomite otra vez. Y no es muy agradable.

Noté como los colores me empezaban a subir, maldito mentiroso.

-Lo siento Justin, pero no os puedo dejar salir sin autorización.

-Vamos Amanda – le cogió un mechón de pelo – Mañana te traemos la justificación. Necesita ir al médico. ¿No la ves?

La rubia empezó a reír de manera estúpida, y Justin le siguió el rollo.

-Está bien, pero mañana las justificaciones. La última vez, Justin.

-Gracias Amanda, eres la mejor. – le guiño el ojo, y vino hacia mi. – Vámonos al medico.

Me tendió la mano para que la cogiera, pero se la negué.

Salí del recinto, a paso rápido, dejando a Justin detrás mío. Miré al cielo, y estaba empezando a nublarse. Tenia que llegar a casa lo más pronto posible

-¡EH! ¡ _______! -escuché sus pasos apresurados, detrás mío - ¿Qué haces?

-“Eres la mejor Amanda” “Vamos Amanda” – repetí, imitando su voz.

-¿Celos? – se empezó a reír, y yo seguí andando.

-¡ESTUPIDO! – dije sin mirar atrás, y le dedique mi precioso dedo corazón.

Sentí como unas manos rodeaban mi cintura, y me levantaban, hasta verme montada encima su hombro.

-¡BAJAME MALDITO CREIDO! – pataleaba como una histérica intentando que me bajara, pero no me hacía caso.

-¿Qué has dicho, mi vida? – se estaba divirtiendo, porque lo notaba en su voz.

-¡QUE ME BAJES!

-Parece que va a llover, amor. – Seguía andando, como si no me llevara encima.

Después de unos 5 minutos, al ver que no tenía intención de bajarme, metí mi mano por dentro de su camiseta, y le acaricie la espalda. Eso le hizo flaquear, y pude deshacerme de su agarre.

-Conozco tus puntos fuertes, cariño. – Dije, antes de empezar a correr.

Justin tenía razón. Empezó a llover, yo sin paraguas y encima corriendo.

No podía correr rápido, y Justin estaba detrás mío ya. Y otra vez, sentí su agarre que me levantaba, pero estaba vez, me volvía a dejar en el suelo.

-¿No te recuerda a nada esto? – susurró, poniéndome un mechón de pelo mojado detrás de la oreja.

*Flashback*

-¿En serio? ¡Vamos, _______! Si solo es agua – dijo debajo de la lluvia. Se estaba empapando. 

-No me gusta la lluvia, la odio – dije suspirando.

Al decir esto, Justin me cogió el paraguas de la mano, y empezó a correr.

-Pues acostúmbrate a ella- le escuché decir, riendo.

- ¡Justin devuélvemelo! – grite corriendo detrás suyo.

Al fin le alcancé. Estaba empapada, y el también.

-¿Lo quieres? – me preguntó desafiante. 

Cada vez llovía más y más fuerte. Era la típica tormenta de verano. Le cogí el paraguas de la mano, y me acerque a él. 

-Veo que soy más rápida que tú. – dije echando a correr.

La calle estaba desierta, no se escuchaba nada más que nuestros pasos, y la lluvia caer. Justin me alcanzó, y me cogió por la cintura alzándome hacia arriba.

-¡Te tengo! – grito – ¿Ahora quien es más rápido que quien?

Yo no paraba de reír, hasta que me bajo al suelo. Quedamos frente a frente, sin decir nada. En ese instante, nada me importaba, nada me importaba excepto el. Éramos él, yo y la lluvia, nada más. Justin dio un paso adelante y me abrazó. Podía escuchar, perfectamente los latidos de su corazón. Deseaba poder estar así, el resto de mi vida, sin nada que nos separase. De repente se separo de mí, y me besó.

*Fin del flashback*

Nuestro primer beso.

-No me recuerda a nada… - sentí como se estremeció, y abrió los ojos.

-¿Puedo recordártelo? – me susurró encima los labios.

Asentí con la cabeza, y sin pensárselo dos veces, me besó. Otra vez. Debajo la lluvia. Miles de fuegos artificiales explotaban en mi interior. Otra vez éramos solo él, yo, y la lluvia. Sin ninguna preocupación. Sin nadie que evitara que estuviéramos juntos.

Capítulo 8 ~ Segunda Temporada



Sentí como me subían los colores y me empezaba a sentir agobiada. Todas las miradas se posaban en mí, esperando que hablara.

-¿Sabes? Fui un iluso al creer que tu serias diferente a las otras chicas. Veo que eres igual, que te gusta jugar con los sentimientos de los demás. – Siguió hablando Josh – Olvídate de mí, y quédate con…esta cosa. Los dos sois igual de patéticos.

Señalo a Justin con un gesto despectivo, e iba a salir de la clase, pero Justin se lo impidió.

-Discúlpate – dijo casi en un susurro.

-¿Perdón? – aparto su brazo de Justin de manera brusca, esperando que le contestara.

-¿Es que aparte de imbécil eres sordo? – Justin le miro desafiante, y Josh sonrió de manera irónica – He dicho que te disculpes.

-¿Disculparme con quien? ¿Contigo? ¿Con ella? – Empezó a reír de manera descarada – No me pienso disculpar con nadie, he dicho la verdad. Ella es una estúpida que juega con los sentimientos de los demás, y tú eres un gilipollas con el ego subido.

Al decir eso, Justin levanto el brazo y le dio un puñetazo en la cara. Josh se acarició la mejilla, y luego se limpio la sangre que le salía del labio. Sonrió de manera irónica.

-¡JUSTIN NO! – grité, y corrí hacia donde estaban, interponiéndome entre ellos.

-Vaya Bieber, ¿he herido tu ego? – Josh se estaba comportando como un imbécil, ese no era el chico con quien pase casi 3 meses y medio de clase.

-No has herido mi ego, has sus sentimientos – me señalo - ¿Y tú eras su amigo? Solo te voy a avisar, un menosprecio hacia su persona y eres hombre muerto. No voy a consentir que nadie en este planeta, menosprecie a la persona que quiero. ¿Entiendes?

Josh se sorprendió cuando Justin dijo “la persona que quiero”, incluso yo me sorprendí.

-No eres más que un bocazas – musitó, lo justo para que Justin le escuchara.

Justin hizo el amago de acercarse más para pegarle, pero yo le abracé, evitando otro puñetazo.

-Por favor, no… - le susurré con los ojos vidriosos.

Me acaricio el pelo, y me saco fuera de clase, antes de que llegara el profesor. Escuché como los que estaban en clase, empezaron a susurrar y hablar de lo ocurrido. Andamos por los pasillos en silencio. Justin me tenia cogida por la cintura, y yo estaba apoyada en su hombro, medio llorando. Iba a hablar, cuando una voz femenina, me interrumpió.

-¡JUUUUUUSTTTTTTTTTTTTTTTTIIIIIIIIIIIIIIIIIIIN! – gritó Blair, al vernos. – Ah, hola ______.

-Hola. No tengo tiempo para ti – dijo seco, sin parase a hablar con ella. – Por cierto, paso de seguir con la farsa de que eres mi novia.

Sentí como me agarraba más fuerte de la cintura, y siguió andando. No vi la expresión de Blair, y tampoco entendí lo de “farsa”

-¿f-ffarsa? – tartamudeé, apartándome un poco de él.

Abrió la puerta que daba al recreo, y me acompañó hasta la fuente. Bebí agua, bajo su atenta mirada esperando que me explicara lo de Blair.

-¿Me lo vas a explicar? – me sequé la boca con la punta de la camiseta, mirándole fijamente.

-Después…Después de que viajaras hasta Nueva York, para hacer la campaña de Hollister – carraspeó – Blair me obligó a dejarte. Me amenazó con que te destruiría tu sueño y futuro, si no rompía nuestra relación.

No podía creer lo que estaba escuchando. Deje que me siguiera explicando.

-No pude de decirle que no, y darle el gusto de arruinar tu futuro, así que acepté. – Se sentó en las gradas de la pista de baloncesto, que había cerca de nosotros – No tuve el valor de decírtelo a la cara. Deje de llamarte, y te escribí una carta, intentando que sonara lo más convincente posible. Pensé que me odiarías, y que al leerla, no me querrías volver a ver. Pero no fue así, y viniste a casa. Todo lo que te dije, fue en contra de mi voluntad. En ese momento, me estaba conteniendo las ganas de abrazarte y pedirte perdón. Pero no podía arriscarme. Pasaba las noches en vela, maldiciéndome por haberle hecho caso. Te echaba de menos. Pensé que no volverías de Nueva York, que te quedarías allí. Pero el día que te vi al entrar en clase, se me cayó en mundo encima. Mis sentimientos hacia ti, nunca desaparecieron. Tenía que hacer ver que era la pareja de Blair, para que ella mantuviera su reputación en el instituto. Cada vez que te veía, por los pasillos, por las clases, no soportaba estar alejado de ti. Y ya no pude aguantar más, hasta que te encontré ese día en el pasillo.
Me acerqué donde estaba él, y me puse de cuclillas enfrente suyo.

-No tenias que haberle hecho caso… - Justin mantenía la cabeza agachada, sin mirarme. Le cogí el mentón, y le levante la cara lentamente. – Pensaste que si Blair me arruinaba esta estancia en Estados Unidos, me arruinaría la vida. Pero te equivocaste. Lo que más me arruino, fue perderte a ti.

Justin sonrió, y me hizo levantarme, para que me sentara encima de él.

-Prométeme una cosa – dije, mirándole – Nunca más le harás caso a Blair.

-Prometido – me aparto el mechón de pelo que molestaba, y beso una de las comisuras de mis labios – Te quiero…y mucho.

Subí mis manos a sus mejillas, y le di un delicado beso.

-Te quiero más. – susurré sobre sus labios.

Volvió a besarme, esta vez con mas ganas, olvidando que nos estábamos saltando horas de clase. Mordía mis labios con delicadeza para después acariciar con la punta de su lengua mis labios. Me torturaba expresamente. Empecé a besarlo con más intensidad, hasta que una falsa tos, nos interrumpió.

Capítulo 7 ~ Seguna Temporada




La alarma del teléfono me despertó a las 7:45 un poco más tarde de lo habitual. Solo tendría que aguantar un día más, y tenía casi una semana de descanso. Mientras pare la alarma, me di cuenta de que tenía un whatsapp nuevo.

Buenos días princJAJAJAJAJAJA *mierda del whatsapp*”

Me reí. Justin a veces me demostraba que era muy infantil. Le conteste con un “Buenos días anacleto” y me fui a la ducha. Al salir, me vestí (http://www.polyvore.com/dklgjsdklgsjdghdf/set?id=46337150) cogí mi bolso y teléfono, y baje a la cocina. Mi padre ya debía haber preparado el desayuno.

Mientras desayunaba, hablaba con Justin. Era increíble como las cosas habían vuelto a cambiar, después de lo que paso.

“¿Vas a salir o no? Llevo media vida aquí esperando” 

Mire por la ventana de la cocina y le vi delante de la puerta, con teléfono en manos, sentado esperándome. Me metí el último trozo de tostada en la boca, y salí corriendo.

-¿Qué haces aquí? – dije, cerrando la puerta.

-Que agradable eres siempre. ¿No te alegras de verme de buena mañana? – me sonreía de manera irresistible.

-Que me voy a alegrar. Ni que fueras…

Me cogió de la cintura, y me beso. Justin se estaba acostumbrando a esto de robarme besos.

-Bien, ¿nos vamos? – dijo, como si nada.

-Estúpido – me reí.

Mientras íbamos al instituto, a nuestro paso, le pregunté por qué había subido hasta mi casa, cuando su casa estaba tan lejos.

-No hace falta que te diga el porqué – y se limito a sonreír.

-Actúas como si nada. Tienes novia, pero sin embargo vas robándome besos a mí, y quién sabe si a otras. No te entiendo.

Después de mis palabras, se paró en seco, mirándome fijamente.

-¿Qué? – dije parando yo también.

-Blair no es mi novia, ya te lo dije. También te dije que te lo explicaría, que me dieras tiempo – suspiro – Y lo de los besos…Bueno…si insistes… no te robo más.

-Vale, mejor. – Sonreí – no quiero llegar tarde, muévete.

-Eh, ______ - me gire para mirarle.

-¿Qué? – dije, en tono de desesperación.

-¿Un abrazo como signo de nuestra amistad? – dijo, abriendo los brazos y poniendo cara de cachorro degollado.

-Vamos a llegar tarde – suspire.

-Solo un abrazo de nada, mujer. – y movió los brazos para que le abrazara.

No tuve más remedio que hacerle caso, y darle un abrazo.

Y por un instante volví a sentir lo mismo que sentí durante esos meses de verano. Me relaje tanto, que no me acordaba ni que estábamos en la calle. Justin me acariciaba el pelo, y de pronto me susurro un “te quiero”.

Deje caer el bolso en el suelo y me separe de él para mirarle la cara. Y siguiendo mis impulsos, puse mis manos alrededor de su cuello y choqué mi nariz con la de él para terminar en un tierno beso, el cual se fue haciendo cada vez más apasionado, hasta llegar a una guerra bucal.
Debía admitir que echaba de menos sus besos, mordió mi labio inferior haciéndome sonreír en sus labios. Comencé a quedarme sin aire así que me separé un poco de él.

-¿Quién roba los besos a quien ahora? – dijo, sonriendo.

-Ese no te lo he robado – le di un leve beso – pero este sí.

Cogí mi bolso del suelo, un poco avergonzada. La gente que había alrededor, miraba de manera “disimulada” mientras se reía o comentaba la escena con su compañero/a.
Mire la hora y vi que eran las 8:19.

-¡MIERDA JUSTIN VAMOS A LLEGAR TARDE! – grité mirándole. Él sin embargo, permanecía tranquilo.

-Tranquilízate, no nos pondrán retraso. Ya le diré algo a la conserje o a quien sea – y me guiño el ojo.

Me cogió de la mano y volvimos a andar hacia el instituto.

-¿No tienes miedo a que Blair te vea así conmigo? – dije al llegar a la puerta del instituto – Porque yo sí.

-Bah, no te lo voy a repetir. – y pico al timbre, mientras yo me comía la cabeza con mis pensamientos.

La conserje abrió la puerta, y Justin le explico que había tenido un problema, y que yo le había ayudado. Lo peor es que la mujer se lo creyó.
Nos dejo entrar y incorporarnos a las clases. Justamente, ese día nos tocaba juntos a primera hora.

Picamos a la puerta, y al entrar miles de susurros y comentarios en voz baja invadieron la clase.

Genial; pensé.

Me senté en mi sitio con Josh, el cual me miraba sorprendido.

-Hola – susurré.

Me dedico un simple gesto con la cabeza, y siguió con lo suyo.
Durante el resto de las horas, Josh volvió a actuar como el último día. No me miraba, ni me dirigía la palabra.

Antes de la última hora, en el cambio de clase, se lo pregunté.

-¿Qué me ha de pasar a mi? – dijo sin mirarme.

-No entiendo tu jodido comportamiento. No sé qué te he hecho para que me trates así.

-Mira, déjame en paz. Vete con tu amigo. – cogió sus libros, y hizo el amago de irse.

-¿Qué amigo? ¿Qué insinúas? – me levante - ¿Me vas a decir ya lo que te pasa? Llevas días así.

-¿QUÉ QUE ME PASA? –gritó, tirando los libros al suelo. Dejando a toda la clase en silencio – QUE ME GUSTAS, ______. Y LO SABES. PERO TE DAN IGUAL MIS SENTIMIENTOS. Eso es lo que me pasa.

Y justo allí, entro Justin.

Capítulo 6 ~ Segunda Temporada



Mi cuerpo se bloqueo, no me podía mover. Mi mirada estaba fija en sus ojos, y luego, en su sonrisa. Iba a decir algo, pero me interrumpió.

-¿Es evidente no? – Dijo, entrando en casa – Demostrarte que me importas.

-Justin... – cerré la puerta detrás mío, y le mire – No tienes nada que demostrarme.

-Me acabas de decir que quieres hablar las cosas cara a cara – dijo, señalando su móvil – Bien, vamos a ello.

Se dirigió al salón, donde estaba haciendo yo los deberes. Al ver el ordenador, con las fotos sonrió y me miro.

-Lo pasamos bien – dijo, sentándose - ¿No crees?

Asentí con la cabeza, y me senté encima la mesa, en frente suyo.

-Bien – dije con tono seco - ¿Qué?

-Vaya, que maja eres… - se peino el pelo con la mano, y me volvió a mirar. - ¿Qué te pasa conmigo?

Empecé a reír, irónicamente.

-Vamos a ver… ¿Como tienes el valor, de venir a mi casa, A PREGUNTARME qué “que me pasa contigo” como si no hubieras hecho nada? – Imite su gesto de peinarme el pelo, con una sonrisa irónica - ¿Pero tú qué tipo retraso sufres tío?

-No entiendes nada…

-¡NO! – Grite, levantándome – Aquí el que no entiende nada eres tú. Tú no tienes ni la menor idea de cuanto sufrí después de tus jodidas palabras. No tienes ni idea de lo duro que fue para mí, estar en Nueva York. No tienes idea de nada. Y me lo demuestras, viniendo aquí, con aires de superioridad, creyendo que caeré a tus pies. Yo no soy así, Justin.

-¿Y A CASO TU TIENES IDEA DE LO QUE SIENTO YO? – Gritó, dejándome a mi sorprendía - ¿Tienes tu idea de por qué rompí contigo?

-Querías estar con Blair. – Contesté – tampoco cuesta tanto de entender. Crees que lo tienes todo. Eres el típico niñato que tiene a miles de chicas detrás, y las utiliza como le da la gana.

-Deja de decir eso, porque es mentira. – Susurro – Nunca me he arrastrado por una chica, y
ahora lo estoy haciendo por ti. ¿Sabes las noches que he pasado en vela, maldiciendo mi existencia por haberte dejado marchar? ¿Lo sabes?

No le pude responder. Estaba diciendo la verdad, lo notaba.

Justin se acerco a mí, y me cogió las dos manos.

-Te aseguro que me arrepiento, ______ - dijo mirándome a los ojos – Si supieras las razones, lo entenderías. Pero no te las puedo decir.

-Si de verdad me quieres, lo harás. – dije rápidamente.

-Confía en mí, por favor. – Me acaricio la mejilla – Sabes que lo daría todo por ti.

- Vale. Confío en ti. ¿Y? – Me solté de él – Tu ahora estas con Blair, y yo…

-Yo no estoy con Blair – me espetó, con una sonrisa - ¿Tu estas con Josh?

-¿Y Por qué te besa? No sé, quizás sean alucinaciones mías. ¿No es eso lo que hacen las parejas?

Justin se rio, y volvió a cogerme la mano.

-¿No te ha besado ese tal Josh hoy? ¿Es tu pareja? ¿No verdad? Ya te he dicho que confiaras en mi…– Me sonrió – y ahora, contéstame ¿te gusta Josh?

Noté como me subían los colores.

-N-no lo sé…

Vi como la expresión de Justin cambiaba, y se volvía más seria.

-Mierda, tengo competencia – dijo en voz baja – Bueno, da igual. Sé que te gusto yo.

No pude evitar reír ante el comentario.

-Echaba de menos tu risa – se acerco más a mi – Mejor dicho, te echaba de menos a ti.

-No lo parece – susurre.

-¿Te parece poco toda esta declaración?

Me cogió por la cintura, y se agacho un poco para que quedáramos frente a frente.

-¿Qué declaración? – dije, sonrojada.

-Esta – Se acerco a milímetros de mis labios, y rozándolos, dijo – Te quiero.

Y lentamente, me cogió de la cara. Haciendo que nos fundiéramos en un beso dulce y cargado de sentimientos. Cuando separamos nuestros labios, apoyo su frente contra la mía.

-Eres mi vida, ______ - me sonrió – Me dan igual los demás, cueste lo que cueste, te recuperaré.

-No tienes fe – dije riendo, a la vez que le empujaba.

-Ya, ¿y Por eso me devuelves el beso? – dijo, guiñándome el ojo.

-Creído. – Me reí – Te lo devuelvo para que no te sientas mal.

-Ya… - me cogió de la cintura, cuando me sonó el teléfono - ¿Tienes que cogerlo?

Me deshice de él, y cogí mi blackberry. Era Josh. No lo cogí, delante de Justin no. Después lo llamaría.

Pase la tarde con Justin. Me ayudo con el trabajo de Filosofía, y luego se quedo conmigo para preparar las cosas para la cena. Josh, me llamo durante toda la tarde, tuve que poner el teléfono en silencio, para que no interrumpiera cada dos por tres.

Quería estar con Justin, sin nadie que molestara.

A las 7:45, antes de que llegara mi padre se fue.

-Mañana nos vemos – dijo, apoyado en el marco de la puerta.

-Hasta mañana – iba a cerrar la puerta, pero él me lo impidió.

-¿No me vas a dar nada? – Dijo pícaro - ¡Vamos! Sé que lo deseas.

-Eres un creído de mierda, en serio – me reí – cierra los ojos.

Justin los cerro, y se acerco para darme un beso. Cuando estuvo lo suficientemente cerca, le cerré la puerta en las narices. Saque el teléfono, y le envié un whatsapp con el muñequito que daba un beso. Me senté en la entrada, pensando en él, en su sonrisa, en su mirada, en todo. Volvía a... ¿ser feliz? Eso parecía. Justin me contesto con un “mañana no te escapas”

Inmediatamente, sonreí. No sé que planeaba. Él aun estaba con Blair, pero me dijo que confiara. Que volveríamos a estar juntos. Yo tenía que hablar con Josh, y no sabía que decirle. Tenía un lio en la cabeza. Pero no podía parar de sonreír.

No me acordaba que, de aquí dos días, tenia puente. Viernes, sábado, domingo y lunes, los pasaría en casa. Y mi madre, me había propuesto que los pasara con ella. Eso significaba, volver a ser vecina de Justin

Capítulo 5 ~ Segunda Temporada



Josh me besó, y no me aparte. Ignore por unos instantes los demás. No pensaba en nada más que él. Al cabo de unos minutos, me di cuenta de que todo el comedor nos estaba mirando y que éramos el centro de atención. Me aparte de él rápidamente, susurrando un "lo siento" y me fui corriendo hacia fuera.

Salí del instituto, y me fui hacia casa. Tenía un alboroto de ideas en mi cabeza, que no sabía qué hacer ni cómo actuar.

No sabía lo que quería. Me gustara o no, aun no había olvidado a Justin. Le seguía queriendo y eso no sabía si era malo o bueno. Y de golpe, me aparece Josh, que al parecer le quiero como algo más que un simple amigo.

Empecé a correr para llegar antes a casa. No entendía nada de lo que me pasaba.

¿Qué es lo que quieres ______?; pensé.

Hacia un mes y medio que había vuelto al instituto, y ya me estaba arrepintiendo.

Llegué a casa y tire el bolso en el suelo, a la vez que me estiraba en el sofá.

Mi padre no estaba en casa, no llegaba hasta las 20:00 hoy. Y Brandon, trabajaba hasta las 22:00.

Necesitaba desahogarme con alguien. Necesitaba a María, pero no estaba. Se había ido de viaje de estudios. Llamé a Anne, pero no me lo cogió. Comunicaba.

Genial, estupendo; pensé.

Decidí intentar olvidar lo que había pasado y centrarme en estudiar. Tenía que aprobarlo todo con buenas notas, y estar pensando en Justin y Josh, no ayudaba.

Entonces, mi móvil vibro.

¡ANNE!; pensé.

Cogí el teléfono y vi que tenía un nuevo whatsapp.

“No sabía que estabas con Josh”

Me quede petrificada, con la blackberry en manos. Justin me había abierto, después de tanto tiempo.

“¿Qué te importa a ti con quien este o deje de estar?

Contesté borde, porque me apetecía ser borde.

“Me importa más de lo que crees”

Sentí como una punzada en el corazón, al leer esas palabras.

“Ya, claro. Eres un autentico gilipollas. Y no tienes idea de nada”

Al enviar eso, me sentí un poco mal. Pero rápidamente, el me contesto.

“Lo sé. He sido un gilipollas. He perdido a la persona que más me llego a importar y me importa ahora mismo”

No, otra vez no. Justin se estaba comportando de manera demasiado adorable, y terminaría cayendo otra vez en sus manos.

“… Paso de hablar estas cosas por aquí. Prefiero hablarlo cara a cara. Adiós”

Y apague la blackberry, sin esperar a que contestara.

Suspire hondo, y volví a centrarme en mis deberes. Cogí mi portátil para seguir haciendo el trabajo de Filosofía, el cual tenía que entregar de aquí una semana. Saqué de mi estuche el pendrive rojo que me regalo mi padre y lo metí en el ordenador. Cuando salió la ventanita emergente, busque la carpeta de filosofía, pero vi otra que me llamo más la atención.

“Verano 2011”

Con un doble clic, la carpeta se abrió y más de 100 fotos aparecieron. En todas, ABSOLUTAMENTE todas, salía él.

Fotos de cuando quedábamos con Ryan y los demás, de la noche en la playa, de cuando vino a comer a casa, de cuando nos quedamos en casa de Blair…Fotos que me mostraban algo que ya
sabía. Que estaba enamorada de él.

Seguí mirando todas las fotos, mientras sonreía como una estúpida, cuando el timbre sonó.

-¡VOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOY! – grité, saltando del sofá.

Cuando fui a abrir, me quede petrificada en la puerta.

-¿Q-que haces tú aquí? – tartamudee, perpleja.