miércoles, 5 de diciembre de 2012

Capítulo 10 ~ Segunda Temporada


Lentamente, se separo de mi y me abrazo. Nos quedamos en silencio unos minutos, escuchando las gotas caer y seguidamente nos pusimos a andar aun abrazados.

-Dime. ¿Como lo haces? - apoye mi cabeza en su hombro mientras andábamos a paso lento y nos mojábamos aun más.

-¿Como hago el qué?

-Hacer que te perdone tan fácilmente.

-Por que te encanto – me dijo, dándome un suave beso en la mejilla.

-Creído – musité.

-¿Quieres entrar? Esperamos a que deje de llover y intentamos secarnos sentándonos al lado del radiador – señaló el Starbucks de enfrente nuestro. Me apetecía algo calentito, así que acepte.

-¿Que te apetece? - me preguntó mientras nos poníamos en la fila.

Iba a contestarle que quería un chocolate caliente cuando mi mente perversa entro en acción. Aun sabiendo que había gente a nuestro alrededor, me acerqué a él y le metí la mano por debajo su camiseta mojada, haciendo que se estremeciera. Empece a trazar círculos con mi dedo indice sobre su abdomen y me acerqué a su odio, y lentamente le susurré;

-Me apeteces tu.

Me encantaba observar el efecto que tenia sobre él. Se quedo petrificado tragando saliva sonoramente.

-Era broma – añadí, dándole un golpe fuerte en su barriga.

-Eso no se hace – me dijo casi sin voz.

-Tu decidiste tontear con la rubia delante mio. Quiero un chocolate caliente, amor. - le guiñé el ojo y me fui en busca de una mesa vacía.

Le deje murmurando cosas que seguramente ni él sabia y no pude evitar reir. Me senté en la primera mesa que encontré, esperando que viniera, cuando alguien me sacó de mis pensamientos.

-¿_______? - levanté la vista y me di cuenta de que era Josh. Me quede petrificada, sin saber que responder.

-¿Que haces aquí? - espeté.

-Lo mismo puedo decir. Me he iba a casa, pero no tengo llaves y mi hermana trabaja aquí.
-Ah. Bien.

Era una situación bastante incomoda, teniendo en cuenta lo que había pasado hacia pocas horas atrás y más sabiendo que Justin llegaría en cualquier momento.

-Escucha... - se rasco la parte de atrás de su cabeza – Lo sien...
-Llego tu príncipe azul – Justin le interrumpió y al verle, su reacción no fue la mas adecuada. - Mejor nos vamos arriba , ________.

Me dio mi vaso y nos fuimos para la planta superior, pero me agarraron de la mano.

-Déjame hablar contigo, por favor. - Sus ojos me lo suplicaban y no se lo negue.

-Justin, 3 minutos. - acaricie su mejilla – Solo 3. Lo prometo.

Puso los ojos en blanco, y siguió subiendo las escaleras hasta que desaparecio.

-Qué.

-Escucha... - empezó a hablar. Vi como le temblaban las manos – Realmente, no se lo que ha pasado hace 2 horas. No sé por que he reaccionado así. Pero es que no le soporto. Y tu estas ciega. No ves como es la realidad.

-Claro que veo la realidad. - Me burlé. - La realidad es que te has comportado como un imbecil y ahora estas buscando excusas.

-No la ves. - suspiro. - Tu no sabes como es este del que “estas enamorada”. Pero tu misma, no digas que no te he avisado.

Dio media vuelta, y se fue. Sin haberse llegado a disculpar.

Subí las escaleras para buscar a Justin. Cuando le ví, me fui a sentar a su lado.

-¿Que haces? - le pregunté besando su mejilla. Estaba concentrado con su móvil.

-Mi Pou se esta muriendo. Estoy en depresión. Animáme. - hizo un puchero de niño pequeño.

-Que tonto eres, oye. - me reí.

-¿Que te ha dicho? - Su capacidad para cambiar las expresiones faciales era enorme. De sobreactuar a estar totalmente serio. Me sorprendía.

-Nada la verdad – suspiré – Esperaba que se disculpara, pero ni eso.

-Soplapol...

-¡JUSTIN! - me empece a reír – Ese vocabulario.

-Perdona mamá. - hizo una mueca.

Pasamos el rato en el Starbucks, compartiendo pequeños instantes que no significarían nada para cualquiera que nos estuviera mirando, pero que para mi lo eran todo.

-¿Donde vas a pasar las navidades? - dijo de repente.




-Pues no lo sé. Iba a pasar este fin de semana con mi madre pero ella no puede. Asi que me quedo en casa de mi padre – suspiré – Y para vacaciones de navidad...Queda una semana. No sé. ¿Porqué?

-¿Por que no te vienes? - dijo sonriendo.

-¿Donde?

-Ryan y los demás, vamos a ir a esquiar. Quiero que vengas. - simulo una falsa tos – Exijo que vengas.

-Lo hablaré con mis padres. Gracias por invitarme. - sonreí - ¿Nos vamos ya? Quiero llegar antes que mi padre.

Justin asintió, y nos levantamos. Andábamos por las calles abrazados. Aun estabamos un poco mojados, pero no tanto como al principio. Por el centro de la ciudad, se notaba el ambiente a navidad. Los niños con sonrisas enormes en sus caras, señalando escaparates repletos de juguetes y similares, las luces que adornaban las calles cuando caía la noche. Definitivamente, me encantaba la navidad.

-Me gusta la navidad. Y saber que la voy a compartir contigo hace que me guste mas aun – me susurró al oído.

Escondí mi cara en su hombro. Tenia esa capacidad de hacer que se me subieran los colores en pocos segundos.

Después de andar un rato, llegamos a casa.

-Bien. Nos vemos...el lunes. - me beso la frente, la nariz, y luego los labios – Te quiero.

-Yo a ti no. - sonreí abrazandole.

-Mentirosa. ¿Como no puedes querer a algo tan adorable como yo?

-Tonto. - Le besé por ultima vez antes de entrar en casa – No me eches de menos.

-Ya lo hago – dijo dramatizando.

Entre en casa y automáticamente después de cerrar la puerta me tire al sofa de cabeza.

Estúpido amor adolescente; pensé.

Volvía esa sonrisa de adolescente-tonta-locamente-enamorada a mi cara y no había manera de quitarla.

_________________________________________________________________________________

Hola, te pido un favor. Si eres lectora y quieres que te avise para los siguientes capítulos pincha AQUÍ, y da RT. Es fácil, y no te cuesta nada. Así te aviso.

Gracias por leer preciosidad.

0 comentarios:

Publicar un comentario