"Let you rest your head on me, if that's what you need, in this teenage dream tonight"                                                  Justin Bieber Fanfic

viernes, 7 de diciembre de 2012

Capítulo 11 ~ Segunda Temporada



-Se acabo. Dejar los bolígrafos encima la mesa, y entregarme los exámenes.

El ultimo examen y por fin las vacaciones de navidad. Había pasado la semana más dura del primer trimestre y podía decir que tampoco me había ido tan mal. Exceptuando algunas materias, claro.

-Como ya sabéis, este examen cuenta para la segunda evaluación. - siguió hablando la Sra. Miller. - Ahora os entregare el boletín de notas. Espero que el próximo trimestre haya un poco más de voluntad por vuestra parte. Cuando tengáis vuestro boletín, podéis iros a casa.

Espere mi turno pacientemente en mi silla, hasta que me llamo.

-Bien, _______. Buen trabajo, aunque podría haberte ido mejor – me sonrió – Pasa una feliz navidad.

-Igualmente – susurré.

Abrí el boletín, y revise mis notas.

Mierda – musité.

Me quedaba una asignatura suspendida con un 4.

Mientras maldecía en mi interior, unas manos rodearon mi cintura.

-Y bien...¿como ha ido? - susurro, a la vez que sus labios rozaban mi oreja.
-Una suspendida.... - me gire para verle - ¿Y tu?
-Oh, ninguna – sonrío entre dientes. - Te tendré que dar clases particulares.
-Si...a saber que clases particulares me darías tu...
-Vaya, vaya señorita _______. ¿Y esa mentalidad tan sucia?
-Oye! No es mi culpa si malinterpretas mis palabras - dije golpeándole el brazo.
-Yo encantado de dártelas – dijo guiñándome un ojo, y seguidamente moviendo las cejas.
-Mira que eres tonto – me estaban subiendo los colores.
-Amas a este tonto – me beso la mejilla.

Salimos del instituto cogidos de la mano. Hacia bastante frío  así que me subí la bufanda de manera que me tapara hasta la nariz.

-¿Ya has pedido permiso? - rompió el silencio que había entre nosotros.
-¿Esquí? Aún no y viendo las notas... - solté una risa nerviosa. - Creo que vais a ir vosotros solos.
-Pero si nos vamos mañana. No me jodas _____.
-Justin... - me pare en mitad de la calle y le mire fijamente. Observe como se tensaba su cuerpo – Era broma.

-¿Te he dicho alguna vez que eres extremadamente mala conmigo?
-No – dije sonriendo ampliamente. Pase mis brazos al rededor de su cintura y seguimos andando, riendo por todo como dos auténticos tontos.

-Tengo ganas de ver a Maria, Ryan, y los demás – Hacia como mil años que no les veia. Y Maria iba a mi instituto encima.

-Yo tengo ganas de pasar una semana contigo. - sonrió.
-¿Sabes que eres muy cursi? - empecé a reírme.
-Vale vale, tu lo has querido. No te quejes después cuando sea un borde contigo – dijo indignado.

Llegamos a la zona comercial de la ciudad. Todas las tiendas estaban decoradas con el típico verde y rojo.

Fijándome en los escaparates, vi una de las cosas más preciosas que en mi vida había visto. Me solté del agarre de Justin y entre a la tienda.

-Disculpe – Me dirigí a la dependienta - ¿Cuanto cuesta?

Señalé el vestido del escaparate. La dependienta me miro de arriba abajo y luego me sonrió.

-Nos ha llegado nuevo. Es de esta temporada. - explicó aun sonriendo – 70, 80 euros. Y te aplicamos un descuento de un 10%.

Le agradecí la información y salí de la tienda. Justin estaba apoyado en la pared esperándome.

-¿Que has visto ahí que tanto valía la pena para dejar a alguien tan perfecto como yo, esperando en la calle, solo y pasando frio? - dijo, pasando su brazo por mis hombros.

-Nada, el vestido ese. – sonreí – Egocéntrico.

-Guapa. - Se rió.

Después de 20 minutos, llegamos a mi casa.

-Te paso a buscar mañana a las 9. - dijo, dándome un beso en la mejilla.

-¿No vas a entrar? - hice un puchero.

-Se que quieres que te de las clases particulares – me guiño el ojo – Pero tengo que hacer varias cosas.

-Lo que sea – puse los ojos en blanco – Nos vemos mañana.

Paso sus manos por mi cintura y acerco sus rostro al mio, acariciando mi mejilla y seguidamente, me beso lento y dulcemente. 

-Eres tan sexy cuando te indignas – dijo riendo.

-Eres tan idiota – respondí, con la respiración entrecortada.

-Ahora, te vas a hacer tus cosas que son mas importantes que estar con alguien tan perfecta como yo. - seguí hablando, imitando su tono de voz. Escuché como se reía mientras cerraba la puerta de casa.

-¿Algún día me lo vas a presentar no? - vi como mi padre estaba apoyado en el marco de la puerta de la cocina.

Me subieron los colores y me empezaron a sudar las manos.

-Tranquila, que no le voy a morder – se rio – solo quiero conocerlo. Cuando tu quieras claro.

-Claro, ya se lo diré – sonreí.

-Adolescentes – escuché que susurro y entro a la cocina.

Subí a mi cuarto, y tire el bolso encima de la cama. Mire el reloj, y eran las 19:30.
Cogí mi teléfono y me senté en la silla del escritorio.

“¿Que tengo que llevar en la maleta, feo?”
Le pregunte vía whatsapp. No tardo mucho en responder.

“Vas a pasar una semana en los montes nevados, con alguien tan sexy como yo. Piensa”

“No te he preguntado eso, egocéntrico. Que tengo que llevar”

“Ropa :D”

“¿No me jodas? Que te den.”

“Yo también te quiero.”

Apagué el teléfono, riendo por lo estúpido que era a veces.

Hice la maleta con la intención de poder dormir más, y seguidamente me fui la ducha. Baje a cenar y no tarde mucho en irme a dormir. Me levantaría a las 8 para poder arreglarme.

_____

Apagué el despertador y me puse la almohada encima la cara. Quería dormir más, pero no podía.

Entre al baño, para lavarme los dientes y la cara, y baje a la cocina para buscar algo que desayunar.
Encontré mi desayuno hecho en una bandeja, junto a una nota.

“Te he preparado el desayuno, disfruta de la nieve.”

Desayune lentamente, enfrente del reloj. A menos veinte acabe, deje los platos dentro en lavavajillas y subí a trompicones las escaleras.

Me lave los dientes lo más rápido posible y me arregle el pelo lo mejor que pude. Cogi mis cascos, y mi telefono y los encima la maleta para recordar de llevarlos. Me vestí (http://www.polyvore.com/cgi/set?id=64878251&.locale=es) y me puse los zapatos. Guardé mis cosas en el bolso y baje la maleta como pude por las escaleras. No pesaba mucho, pero el tamaño dificultaba el transporte.

Mire el reloj. Las 08:57.

Listo; pensé.

Me puse la chaqueta, y esperé en la puerta que viniera. Pasaron 10 minutos hasta que sonó el timbre.

-Llegas tarde – dije abriendo la puerta.
-Díselo a Ryan, es su culpa. – señalo detrás suyo. Un monovolumen de color azul con la puerta abierta, estaba detrás suyo. Entonces fue cuando Ryan asomo su cabeza.
-Me has echado de menos me han dicho – gritó desde su asiento.

-Ryan cierra el pico – dije riendo.

Puse mi equipaje en el maletero, y entre en el monovolumen con Justin.

-A mi también me has echado de menos, ¿verdad? - hablo duna voz femenina desde detras mio que solo podía ser de María.

-Te daría un abrazo, pero no puedo – sonreí - ¿Y Jasmine?

-Estará en el aeropuerto esperando con Chaz y las demas.

-Y bien, ¿donde vamos a esquiar? - pregunté acomodandome en el asiento.

Justin sonrió ampliamente.

-Canadá.

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Gracias por leer preciosidad. 

miércoles, 5 de diciembre de 2012

Capítulo 10 ~ Segunda Temporada


Lentamente, se separo de mi y me abrazo. Nos quedamos en silencio unos minutos, escuchando las gotas caer y seguidamente nos pusimos a andar aun abrazados.

-Dime. ¿Como lo haces? - apoye mi cabeza en su hombro mientras andábamos a paso lento y nos mojábamos aun más.

-¿Como hago el qué?

-Hacer que te perdone tan fácilmente.

-Por que te encanto – me dijo, dándome un suave beso en la mejilla.

-Creído – musité.

-¿Quieres entrar? Esperamos a que deje de llover y intentamos secarnos sentándonos al lado del radiador – señaló el Starbucks de enfrente nuestro. Me apetecía algo calentito, así que acepte.

-¿Que te apetece? - me preguntó mientras nos poníamos en la fila.

Iba a contestarle que quería un chocolate caliente cuando mi mente perversa entro en acción. Aun sabiendo que había gente a nuestro alrededor, me acerqué a él y le metí la mano por debajo su camiseta mojada, haciendo que se estremeciera. Empece a trazar círculos con mi dedo indice sobre su abdomen y me acerqué a su odio, y lentamente le susurré;

-Me apeteces tu.

Me encantaba observar el efecto que tenia sobre él. Se quedo petrificado tragando saliva sonoramente.

-Era broma – añadí, dándole un golpe fuerte en su barriga.

-Eso no se hace – me dijo casi sin voz.

-Tu decidiste tontear con la rubia delante mio. Quiero un chocolate caliente, amor. - le guiñé el ojo y me fui en busca de una mesa vacía.

Le deje murmurando cosas que seguramente ni él sabia y no pude evitar reir. Me senté en la primera mesa que encontré, esperando que viniera, cuando alguien me sacó de mis pensamientos.

-¿_______? - levanté la vista y me di cuenta de que era Josh. Me quede petrificada, sin saber que responder.

-¿Que haces aquí? - espeté.

-Lo mismo puedo decir. Me he iba a casa, pero no tengo llaves y mi hermana trabaja aquí.
-Ah. Bien.

Era una situación bastante incomoda, teniendo en cuenta lo que había pasado hacia pocas horas atrás y más sabiendo que Justin llegaría en cualquier momento.

-Escucha... - se rasco la parte de atrás de su cabeza – Lo sien...
-Llego tu príncipe azul – Justin le interrumpió y al verle, su reacción no fue la mas adecuada. - Mejor nos vamos arriba , ________.

Me dio mi vaso y nos fuimos para la planta superior, pero me agarraron de la mano.

-Déjame hablar contigo, por favor. - Sus ojos me lo suplicaban y no se lo negue.

-Justin, 3 minutos. - acaricie su mejilla – Solo 3. Lo prometo.

Puso los ojos en blanco, y siguió subiendo las escaleras hasta que desaparecio.

-Qué.

-Escucha... - empezó a hablar. Vi como le temblaban las manos – Realmente, no se lo que ha pasado hace 2 horas. No sé por que he reaccionado así. Pero es que no le soporto. Y tu estas ciega. No ves como es la realidad.

-Claro que veo la realidad. - Me burlé. - La realidad es que te has comportado como un imbecil y ahora estas buscando excusas.

-No la ves. - suspiro. - Tu no sabes como es este del que “estas enamorada”. Pero tu misma, no digas que no te he avisado.

Dio media vuelta, y se fue. Sin haberse llegado a disculpar.

Subí las escaleras para buscar a Justin. Cuando le ví, me fui a sentar a su lado.

-¿Que haces? - le pregunté besando su mejilla. Estaba concentrado con su móvil.

-Mi Pou se esta muriendo. Estoy en depresión. Animáme. - hizo un puchero de niño pequeño.

-Que tonto eres, oye. - me reí.

-¿Que te ha dicho? - Su capacidad para cambiar las expresiones faciales era enorme. De sobreactuar a estar totalmente serio. Me sorprendía.

-Nada la verdad – suspiré – Esperaba que se disculpara, pero ni eso.

-Soplapol...

-¡JUSTIN! - me empece a reír – Ese vocabulario.

-Perdona mamá. - hizo una mueca.

Pasamos el rato en el Starbucks, compartiendo pequeños instantes que no significarían nada para cualquiera que nos estuviera mirando, pero que para mi lo eran todo.

-¿Donde vas a pasar las navidades? - dijo de repente.




-Pues no lo sé. Iba a pasar este fin de semana con mi madre pero ella no puede. Asi que me quedo en casa de mi padre – suspiré – Y para vacaciones de navidad...Queda una semana. No sé. ¿Porqué?

-¿Por que no te vienes? - dijo sonriendo.

-¿Donde?

-Ryan y los demás, vamos a ir a esquiar. Quiero que vengas. - simulo una falsa tos – Exijo que vengas.

-Lo hablaré con mis padres. Gracias por invitarme. - sonreí - ¿Nos vamos ya? Quiero llegar antes que mi padre.

Justin asintió, y nos levantamos. Andábamos por las calles abrazados. Aun estabamos un poco mojados, pero no tanto como al principio. Por el centro de la ciudad, se notaba el ambiente a navidad. Los niños con sonrisas enormes en sus caras, señalando escaparates repletos de juguetes y similares, las luces que adornaban las calles cuando caía la noche. Definitivamente, me encantaba la navidad.

-Me gusta la navidad. Y saber que la voy a compartir contigo hace que me guste mas aun – me susurró al oído.

Escondí mi cara en su hombro. Tenia esa capacidad de hacer que se me subieran los colores en pocos segundos.

Después de andar un rato, llegamos a casa.

-Bien. Nos vemos...el lunes. - me beso la frente, la nariz, y luego los labios – Te quiero.

-Yo a ti no. - sonreí abrazandole.

-Mentirosa. ¿Como no puedes querer a algo tan adorable como yo?

-Tonto. - Le besé por ultima vez antes de entrar en casa – No me eches de menos.

-Ya lo hago – dijo dramatizando.

Entre en casa y automáticamente después de cerrar la puerta me tire al sofa de cabeza.

Estúpido amor adolescente; pensé.

Volvía esa sonrisa de adolescente-tonta-locamente-enamorada a mi cara y no había manera de quitarla.

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Gracias por leer preciosidad.

sábado, 1 de diciembre de 2012

Capítulo 9 ~ Seguna Temporada



Narras tú.

-¿Justin? Puedo hablar contigo. – apareció Blair con los ojos llorosos.

-No. – Justin me acaricio el puente de la nariz con el pulgar, sin dirigirle la mirada.

-Justin… - susurré. – Esta llorando.

-Me da igual. – Se levanto, e hizo que yo me levantara con él – Vamos.

Mire como una Blair petrificada, estaba aun detrás de nosotros. Estaba totalmente pálida. Me dio pena, en realidad, supuse que ella hizo todo eso porque estaba aun enamorada de Justin. Por
otra parte, valiente zorra que era.

Justin me cogió de la mano con fuerza, y nos fuimos a secretaria.

-Haz ver que estas enferma – me sonrió - ¿Sabes actuar no?

-¿Qué? ¿Por qué voy a hacer eso?

-¿No quieres que pasemos un rato solos? – me hizo un puchero, y no pude evitar sonreír

-La verdad es que no quiero. ¿Crees que ya esta todo solucio…

Me cogió de la cintura, y me acerco a él hasta chocar nuestros labios. Vi como me guiñó el ojo, e automáticamente, cerré los ojos para entregarme más en el beso.

Extrañaba esa sensación de sentir sus manos sobre mi cintura y sus sonrisas encima de mis labios.

-Claro que está solucionado – añadió al separarse de mi – Ahora, hazte la enferma.

-Estúpido – musité.

Andamos hasta secretaria, y Justin fue a hablar con la chica de ahí.

-Hola Justin – escuché como le hablo, mal asunto

-¿Me echabas de menos Amanda? – estaba segura de que después de esa frase le había guiñado el ojo. Maldita maquina de seducción. – Mi compañera de clase se encuentra mal. Creo que tiene que ir a casa. ¿Podemos llamar a su madre?

Vi como la chica (rubia, seguramente de bote) saco la cabeza para mirarme. Hice la peor cara posible, aguantándome la risa, porque Justin me miraba fijamente.

-Señorita…

-________. Se llama _________ - Contestó Justin.

-Bien, _______. Debes darme el numero de tu madre – Amanda puso los ojos en blanco.
Le di mi teléfono a Justin para que buscara el numero y se lo diera la secretaria.

-No más de 5 minutos. – Me alcanzó el teléfono, pero Justin se lo quito.

-¿Es que no la ves? ¿Cómo va a hablar en ese estado? Ya lo hago yo. – Empezó a marcar el número, mientras la otra murmuraba cosas. Seguramente sobre lo harta que estaba de él.

-Vaya por dios…No lo coge. Amanda, creo que ______ debe de salirse ya, antes de que vomite otra vez. Y no es muy agradable.

Noté como los colores me empezaban a subir, maldito mentiroso.

-Lo siento Justin, pero no os puedo dejar salir sin autorización.

-Vamos Amanda – le cogió un mechón de pelo – Mañana te traemos la justificación. Necesita ir al médico. ¿No la ves?

La rubia empezó a reír de manera estúpida, y Justin le siguió el rollo.

-Está bien, pero mañana las justificaciones. La última vez, Justin.

-Gracias Amanda, eres la mejor. – le guiño el ojo, y vino hacia mi. – Vámonos al medico.

Me tendió la mano para que la cogiera, pero se la negué.

Salí del recinto, a paso rápido, dejando a Justin detrás mío. Miré al cielo, y estaba empezando a nublarse. Tenia que llegar a casa lo más pronto posible

-¡EH! ¡ _______! -escuché sus pasos apresurados, detrás mío - ¿Qué haces?

-“Eres la mejor Amanda” “Vamos Amanda” – repetí, imitando su voz.

-¿Celos? – se empezó a reír, y yo seguí andando.

-¡ESTUPIDO! – dije sin mirar atrás, y le dedique mi precioso dedo corazón.

Sentí como unas manos rodeaban mi cintura, y me levantaban, hasta verme montada encima su hombro.

-¡BAJAME MALDITO CREIDO! – pataleaba como una histérica intentando que me bajara, pero no me hacía caso.

-¿Qué has dicho, mi vida? – se estaba divirtiendo, porque lo notaba en su voz.

-¡QUE ME BAJES!

-Parece que va a llover, amor. – Seguía andando, como si no me llevara encima.

Después de unos 5 minutos, al ver que no tenía intención de bajarme, metí mi mano por dentro de su camiseta, y le acaricie la espalda. Eso le hizo flaquear, y pude deshacerme de su agarre.

-Conozco tus puntos fuertes, cariño. – Dije, antes de empezar a correr.

Justin tenía razón. Empezó a llover, yo sin paraguas y encima corriendo.

No podía correr rápido, y Justin estaba detrás mío ya. Y otra vez, sentí su agarre que me levantaba, pero estaba vez, me volvía a dejar en el suelo.

-¿No te recuerda a nada esto? – susurró, poniéndome un mechón de pelo mojado detrás de la oreja.

*Flashback*

-¿En serio? ¡Vamos, _______! Si solo es agua – dijo debajo de la lluvia. Se estaba empapando. 

-No me gusta la lluvia, la odio – dije suspirando.

Al decir esto, Justin me cogió el paraguas de la mano, y empezó a correr.

-Pues acostúmbrate a ella- le escuché decir, riendo.

- ¡Justin devuélvemelo! – grite corriendo detrás suyo.

Al fin le alcancé. Estaba empapada, y el también.

-¿Lo quieres? – me preguntó desafiante. 

Cada vez llovía más y más fuerte. Era la típica tormenta de verano. Le cogí el paraguas de la mano, y me acerque a él. 

-Veo que soy más rápida que tú. – dije echando a correr.

La calle estaba desierta, no se escuchaba nada más que nuestros pasos, y la lluvia caer. Justin me alcanzó, y me cogió por la cintura alzándome hacia arriba.

-¡Te tengo! – grito – ¿Ahora quien es más rápido que quien?

Yo no paraba de reír, hasta que me bajo al suelo. Quedamos frente a frente, sin decir nada. En ese instante, nada me importaba, nada me importaba excepto el. Éramos él, yo y la lluvia, nada más. Justin dio un paso adelante y me abrazó. Podía escuchar, perfectamente los latidos de su corazón. Deseaba poder estar así, el resto de mi vida, sin nada que nos separase. De repente se separo de mí, y me besó.

*Fin del flashback*

Nuestro primer beso.

-No me recuerda a nada… - sentí como se estremeció, y abrió los ojos.

-¿Puedo recordártelo? – me susurró encima los labios.

Asentí con la cabeza, y sin pensárselo dos veces, me besó. Otra vez. Debajo la lluvia. Miles de fuegos artificiales explotaban en mi interior. Otra vez éramos solo él, yo, y la lluvia. Sin ninguna preocupación. Sin nadie que evitara que estuviéramos juntos.

Capítulo 8 ~ Segunda Temporada



Sentí como me subían los colores y me empezaba a sentir agobiada. Todas las miradas se posaban en mí, esperando que hablara.

-¿Sabes? Fui un iluso al creer que tu serias diferente a las otras chicas. Veo que eres igual, que te gusta jugar con los sentimientos de los demás. – Siguió hablando Josh – Olvídate de mí, y quédate con…esta cosa. Los dos sois igual de patéticos.

Señalo a Justin con un gesto despectivo, e iba a salir de la clase, pero Justin se lo impidió.

-Discúlpate – dijo casi en un susurro.

-¿Perdón? – aparto su brazo de Justin de manera brusca, esperando que le contestara.

-¿Es que aparte de imbécil eres sordo? – Justin le miro desafiante, y Josh sonrió de manera irónica – He dicho que te disculpes.

-¿Disculparme con quien? ¿Contigo? ¿Con ella? – Empezó a reír de manera descarada – No me pienso disculpar con nadie, he dicho la verdad. Ella es una estúpida que juega con los sentimientos de los demás, y tú eres un gilipollas con el ego subido.

Al decir eso, Justin levanto el brazo y le dio un puñetazo en la cara. Josh se acarició la mejilla, y luego se limpio la sangre que le salía del labio. Sonrió de manera irónica.

-¡JUSTIN NO! – grité, y corrí hacia donde estaban, interponiéndome entre ellos.

-Vaya Bieber, ¿he herido tu ego? – Josh se estaba comportando como un imbécil, ese no era el chico con quien pase casi 3 meses y medio de clase.

-No has herido mi ego, has sus sentimientos – me señalo - ¿Y tú eras su amigo? Solo te voy a avisar, un menosprecio hacia su persona y eres hombre muerto. No voy a consentir que nadie en este planeta, menosprecie a la persona que quiero. ¿Entiendes?

Josh se sorprendió cuando Justin dijo “la persona que quiero”, incluso yo me sorprendí.

-No eres más que un bocazas – musitó, lo justo para que Justin le escuchara.

Justin hizo el amago de acercarse más para pegarle, pero yo le abracé, evitando otro puñetazo.

-Por favor, no… - le susurré con los ojos vidriosos.

Me acaricio el pelo, y me saco fuera de clase, antes de que llegara el profesor. Escuché como los que estaban en clase, empezaron a susurrar y hablar de lo ocurrido. Andamos por los pasillos en silencio. Justin me tenia cogida por la cintura, y yo estaba apoyada en su hombro, medio llorando. Iba a hablar, cuando una voz femenina, me interrumpió.

-¡JUUUUUUSTTTTTTTTTTTTTTTTIIIIIIIIIIIIIIIIIIIN! – gritó Blair, al vernos. – Ah, hola ______.

-Hola. No tengo tiempo para ti – dijo seco, sin parase a hablar con ella. – Por cierto, paso de seguir con la farsa de que eres mi novia.

Sentí como me agarraba más fuerte de la cintura, y siguió andando. No vi la expresión de Blair, y tampoco entendí lo de “farsa”

-¿f-ffarsa? – tartamudeé, apartándome un poco de él.

Abrió la puerta que daba al recreo, y me acompañó hasta la fuente. Bebí agua, bajo su atenta mirada esperando que me explicara lo de Blair.

-¿Me lo vas a explicar? – me sequé la boca con la punta de la camiseta, mirándole fijamente.

-Después…Después de que viajaras hasta Nueva York, para hacer la campaña de Hollister – carraspeó – Blair me obligó a dejarte. Me amenazó con que te destruiría tu sueño y futuro, si no rompía nuestra relación.

No podía creer lo que estaba escuchando. Deje que me siguiera explicando.

-No pude de decirle que no, y darle el gusto de arruinar tu futuro, así que acepté. – Se sentó en las gradas de la pista de baloncesto, que había cerca de nosotros – No tuve el valor de decírtelo a la cara. Deje de llamarte, y te escribí una carta, intentando que sonara lo más convincente posible. Pensé que me odiarías, y que al leerla, no me querrías volver a ver. Pero no fue así, y viniste a casa. Todo lo que te dije, fue en contra de mi voluntad. En ese momento, me estaba conteniendo las ganas de abrazarte y pedirte perdón. Pero no podía arriscarme. Pasaba las noches en vela, maldiciéndome por haberle hecho caso. Te echaba de menos. Pensé que no volverías de Nueva York, que te quedarías allí. Pero el día que te vi al entrar en clase, se me cayó en mundo encima. Mis sentimientos hacia ti, nunca desaparecieron. Tenía que hacer ver que era la pareja de Blair, para que ella mantuviera su reputación en el instituto. Cada vez que te veía, por los pasillos, por las clases, no soportaba estar alejado de ti. Y ya no pude aguantar más, hasta que te encontré ese día en el pasillo.
Me acerqué donde estaba él, y me puse de cuclillas enfrente suyo.

-No tenias que haberle hecho caso… - Justin mantenía la cabeza agachada, sin mirarme. Le cogí el mentón, y le levante la cara lentamente. – Pensaste que si Blair me arruinaba esta estancia en Estados Unidos, me arruinaría la vida. Pero te equivocaste. Lo que más me arruino, fue perderte a ti.

Justin sonrió, y me hizo levantarme, para que me sentara encima de él.

-Prométeme una cosa – dije, mirándole – Nunca más le harás caso a Blair.

-Prometido – me aparto el mechón de pelo que molestaba, y beso una de las comisuras de mis labios – Te quiero…y mucho.

Subí mis manos a sus mejillas, y le di un delicado beso.

-Te quiero más. – susurré sobre sus labios.

Volvió a besarme, esta vez con mas ganas, olvidando que nos estábamos saltando horas de clase. Mordía mis labios con delicadeza para después acariciar con la punta de su lengua mis labios. Me torturaba expresamente. Empecé a besarlo con más intensidad, hasta que una falsa tos, nos interrumpió.

Capítulo 7 ~ Seguna Temporada




La alarma del teléfono me despertó a las 7:45 un poco más tarde de lo habitual. Solo tendría que aguantar un día más, y tenía casi una semana de descanso. Mientras pare la alarma, me di cuenta de que tenía un whatsapp nuevo.

Buenos días princJAJAJAJAJAJA *mierda del whatsapp*”

Me reí. Justin a veces me demostraba que era muy infantil. Le conteste con un “Buenos días anacleto” y me fui a la ducha. Al salir, me vestí (http://www.polyvore.com/dklgjsdklgsjdghdf/set?id=46337150) cogí mi bolso y teléfono, y baje a la cocina. Mi padre ya debía haber preparado el desayuno.

Mientras desayunaba, hablaba con Justin. Era increíble como las cosas habían vuelto a cambiar, después de lo que paso.

“¿Vas a salir o no? Llevo media vida aquí esperando” 

Mire por la ventana de la cocina y le vi delante de la puerta, con teléfono en manos, sentado esperándome. Me metí el último trozo de tostada en la boca, y salí corriendo.

-¿Qué haces aquí? – dije, cerrando la puerta.

-Que agradable eres siempre. ¿No te alegras de verme de buena mañana? – me sonreía de manera irresistible.

-Que me voy a alegrar. Ni que fueras…

Me cogió de la cintura, y me beso. Justin se estaba acostumbrando a esto de robarme besos.

-Bien, ¿nos vamos? – dijo, como si nada.

-Estúpido – me reí.

Mientras íbamos al instituto, a nuestro paso, le pregunté por qué había subido hasta mi casa, cuando su casa estaba tan lejos.

-No hace falta que te diga el porqué – y se limito a sonreír.

-Actúas como si nada. Tienes novia, pero sin embargo vas robándome besos a mí, y quién sabe si a otras. No te entiendo.

Después de mis palabras, se paró en seco, mirándome fijamente.

-¿Qué? – dije parando yo también.

-Blair no es mi novia, ya te lo dije. También te dije que te lo explicaría, que me dieras tiempo – suspiro – Y lo de los besos…Bueno…si insistes… no te robo más.

-Vale, mejor. – Sonreí – no quiero llegar tarde, muévete.

-Eh, ______ - me gire para mirarle.

-¿Qué? – dije, en tono de desesperación.

-¿Un abrazo como signo de nuestra amistad? – dijo, abriendo los brazos y poniendo cara de cachorro degollado.

-Vamos a llegar tarde – suspire.

-Solo un abrazo de nada, mujer. – y movió los brazos para que le abrazara.

No tuve más remedio que hacerle caso, y darle un abrazo.

Y por un instante volví a sentir lo mismo que sentí durante esos meses de verano. Me relaje tanto, que no me acordaba ni que estábamos en la calle. Justin me acariciaba el pelo, y de pronto me susurro un “te quiero”.

Deje caer el bolso en el suelo y me separe de él para mirarle la cara. Y siguiendo mis impulsos, puse mis manos alrededor de su cuello y choqué mi nariz con la de él para terminar en un tierno beso, el cual se fue haciendo cada vez más apasionado, hasta llegar a una guerra bucal.
Debía admitir que echaba de menos sus besos, mordió mi labio inferior haciéndome sonreír en sus labios. Comencé a quedarme sin aire así que me separé un poco de él.

-¿Quién roba los besos a quien ahora? – dijo, sonriendo.

-Ese no te lo he robado – le di un leve beso – pero este sí.

Cogí mi bolso del suelo, un poco avergonzada. La gente que había alrededor, miraba de manera “disimulada” mientras se reía o comentaba la escena con su compañero/a.
Mire la hora y vi que eran las 8:19.

-¡MIERDA JUSTIN VAMOS A LLEGAR TARDE! – grité mirándole. Él sin embargo, permanecía tranquilo.

-Tranquilízate, no nos pondrán retraso. Ya le diré algo a la conserje o a quien sea – y me guiño el ojo.

Me cogió de la mano y volvimos a andar hacia el instituto.

-¿No tienes miedo a que Blair te vea así conmigo? – dije al llegar a la puerta del instituto – Porque yo sí.

-Bah, no te lo voy a repetir. – y pico al timbre, mientras yo me comía la cabeza con mis pensamientos.

La conserje abrió la puerta, y Justin le explico que había tenido un problema, y que yo le había ayudado. Lo peor es que la mujer se lo creyó.
Nos dejo entrar y incorporarnos a las clases. Justamente, ese día nos tocaba juntos a primera hora.

Picamos a la puerta, y al entrar miles de susurros y comentarios en voz baja invadieron la clase.

Genial; pensé.

Me senté en mi sitio con Josh, el cual me miraba sorprendido.

-Hola – susurré.

Me dedico un simple gesto con la cabeza, y siguió con lo suyo.
Durante el resto de las horas, Josh volvió a actuar como el último día. No me miraba, ni me dirigía la palabra.

Antes de la última hora, en el cambio de clase, se lo pregunté.

-¿Qué me ha de pasar a mi? – dijo sin mirarme.

-No entiendo tu jodido comportamiento. No sé qué te he hecho para que me trates así.

-Mira, déjame en paz. Vete con tu amigo. – cogió sus libros, y hizo el amago de irse.

-¿Qué amigo? ¿Qué insinúas? – me levante - ¿Me vas a decir ya lo que te pasa? Llevas días así.

-¿QUÉ QUE ME PASA? –gritó, tirando los libros al suelo. Dejando a toda la clase en silencio – QUE ME GUSTAS, ______. Y LO SABES. PERO TE DAN IGUAL MIS SENTIMIENTOS. Eso es lo que me pasa.

Y justo allí, entro Justin.

Capítulo 6 ~ Segunda Temporada



Mi cuerpo se bloqueo, no me podía mover. Mi mirada estaba fija en sus ojos, y luego, en su sonrisa. Iba a decir algo, pero me interrumpió.

-¿Es evidente no? – Dijo, entrando en casa – Demostrarte que me importas.

-Justin... – cerré la puerta detrás mío, y le mire – No tienes nada que demostrarme.

-Me acabas de decir que quieres hablar las cosas cara a cara – dijo, señalando su móvil – Bien, vamos a ello.

Se dirigió al salón, donde estaba haciendo yo los deberes. Al ver el ordenador, con las fotos sonrió y me miro.

-Lo pasamos bien – dijo, sentándose - ¿No crees?

Asentí con la cabeza, y me senté encima la mesa, en frente suyo.

-Bien – dije con tono seco - ¿Qué?

-Vaya, que maja eres… - se peino el pelo con la mano, y me volvió a mirar. - ¿Qué te pasa conmigo?

Empecé a reír, irónicamente.

-Vamos a ver… ¿Como tienes el valor, de venir a mi casa, A PREGUNTARME qué “que me pasa contigo” como si no hubieras hecho nada? – Imite su gesto de peinarme el pelo, con una sonrisa irónica - ¿Pero tú qué tipo retraso sufres tío?

-No entiendes nada…

-¡NO! – Grite, levantándome – Aquí el que no entiende nada eres tú. Tú no tienes ni la menor idea de cuanto sufrí después de tus jodidas palabras. No tienes ni idea de lo duro que fue para mí, estar en Nueva York. No tienes idea de nada. Y me lo demuestras, viniendo aquí, con aires de superioridad, creyendo que caeré a tus pies. Yo no soy así, Justin.

-¿Y A CASO TU TIENES IDEA DE LO QUE SIENTO YO? – Gritó, dejándome a mi sorprendía - ¿Tienes tu idea de por qué rompí contigo?

-Querías estar con Blair. – Contesté – tampoco cuesta tanto de entender. Crees que lo tienes todo. Eres el típico niñato que tiene a miles de chicas detrás, y las utiliza como le da la gana.

-Deja de decir eso, porque es mentira. – Susurro – Nunca me he arrastrado por una chica, y
ahora lo estoy haciendo por ti. ¿Sabes las noches que he pasado en vela, maldiciendo mi existencia por haberte dejado marchar? ¿Lo sabes?

No le pude responder. Estaba diciendo la verdad, lo notaba.

Justin se acerco a mí, y me cogió las dos manos.

-Te aseguro que me arrepiento, ______ - dijo mirándome a los ojos – Si supieras las razones, lo entenderías. Pero no te las puedo decir.

-Si de verdad me quieres, lo harás. – dije rápidamente.

-Confía en mí, por favor. – Me acaricio la mejilla – Sabes que lo daría todo por ti.

- Vale. Confío en ti. ¿Y? – Me solté de él – Tu ahora estas con Blair, y yo…

-Yo no estoy con Blair – me espetó, con una sonrisa - ¿Tu estas con Josh?

-¿Y Por qué te besa? No sé, quizás sean alucinaciones mías. ¿No es eso lo que hacen las parejas?

Justin se rio, y volvió a cogerme la mano.

-¿No te ha besado ese tal Josh hoy? ¿Es tu pareja? ¿No verdad? Ya te he dicho que confiaras en mi…– Me sonrió – y ahora, contéstame ¿te gusta Josh?

Noté como me subían los colores.

-N-no lo sé…

Vi como la expresión de Justin cambiaba, y se volvía más seria.

-Mierda, tengo competencia – dijo en voz baja – Bueno, da igual. Sé que te gusto yo.

No pude evitar reír ante el comentario.

-Echaba de menos tu risa – se acerco más a mi – Mejor dicho, te echaba de menos a ti.

-No lo parece – susurre.

-¿Te parece poco toda esta declaración?

Me cogió por la cintura, y se agacho un poco para que quedáramos frente a frente.

-¿Qué declaración? – dije, sonrojada.

-Esta – Se acerco a milímetros de mis labios, y rozándolos, dijo – Te quiero.

Y lentamente, me cogió de la cara. Haciendo que nos fundiéramos en un beso dulce y cargado de sentimientos. Cuando separamos nuestros labios, apoyo su frente contra la mía.

-Eres mi vida, ______ - me sonrió – Me dan igual los demás, cueste lo que cueste, te recuperaré.

-No tienes fe – dije riendo, a la vez que le empujaba.

-Ya, ¿y Por eso me devuelves el beso? – dijo, guiñándome el ojo.

-Creído. – Me reí – Te lo devuelvo para que no te sientas mal.

-Ya… - me cogió de la cintura, cuando me sonó el teléfono - ¿Tienes que cogerlo?

Me deshice de él, y cogí mi blackberry. Era Josh. No lo cogí, delante de Justin no. Después lo llamaría.

Pase la tarde con Justin. Me ayudo con el trabajo de Filosofía, y luego se quedo conmigo para preparar las cosas para la cena. Josh, me llamo durante toda la tarde, tuve que poner el teléfono en silencio, para que no interrumpiera cada dos por tres.

Quería estar con Justin, sin nadie que molestara.

A las 7:45, antes de que llegara mi padre se fue.

-Mañana nos vemos – dijo, apoyado en el marco de la puerta.

-Hasta mañana – iba a cerrar la puerta, pero él me lo impidió.

-¿No me vas a dar nada? – Dijo pícaro - ¡Vamos! Sé que lo deseas.

-Eres un creído de mierda, en serio – me reí – cierra los ojos.

Justin los cerro, y se acerco para darme un beso. Cuando estuvo lo suficientemente cerca, le cerré la puerta en las narices. Saque el teléfono, y le envié un whatsapp con el muñequito que daba un beso. Me senté en la entrada, pensando en él, en su sonrisa, en su mirada, en todo. Volvía a... ¿ser feliz? Eso parecía. Justin me contesto con un “mañana no te escapas”

Inmediatamente, sonreí. No sé que planeaba. Él aun estaba con Blair, pero me dijo que confiara. Que volveríamos a estar juntos. Yo tenía que hablar con Josh, y no sabía que decirle. Tenía un lio en la cabeza. Pero no podía parar de sonreír.

No me acordaba que, de aquí dos días, tenia puente. Viernes, sábado, domingo y lunes, los pasaría en casa. Y mi madre, me había propuesto que los pasara con ella. Eso significaba, volver a ser vecina de Justin

Capítulo 5 ~ Segunda Temporada



Josh me besó, y no me aparte. Ignore por unos instantes los demás. No pensaba en nada más que él. Al cabo de unos minutos, me di cuenta de que todo el comedor nos estaba mirando y que éramos el centro de atención. Me aparte de él rápidamente, susurrando un "lo siento" y me fui corriendo hacia fuera.

Salí del instituto, y me fui hacia casa. Tenía un alboroto de ideas en mi cabeza, que no sabía qué hacer ni cómo actuar.

No sabía lo que quería. Me gustara o no, aun no había olvidado a Justin. Le seguía queriendo y eso no sabía si era malo o bueno. Y de golpe, me aparece Josh, que al parecer le quiero como algo más que un simple amigo.

Empecé a correr para llegar antes a casa. No entendía nada de lo que me pasaba.

¿Qué es lo que quieres ______?; pensé.

Hacia un mes y medio que había vuelto al instituto, y ya me estaba arrepintiendo.

Llegué a casa y tire el bolso en el suelo, a la vez que me estiraba en el sofá.

Mi padre no estaba en casa, no llegaba hasta las 20:00 hoy. Y Brandon, trabajaba hasta las 22:00.

Necesitaba desahogarme con alguien. Necesitaba a María, pero no estaba. Se había ido de viaje de estudios. Llamé a Anne, pero no me lo cogió. Comunicaba.

Genial, estupendo; pensé.

Decidí intentar olvidar lo que había pasado y centrarme en estudiar. Tenía que aprobarlo todo con buenas notas, y estar pensando en Justin y Josh, no ayudaba.

Entonces, mi móvil vibro.

¡ANNE!; pensé.

Cogí el teléfono y vi que tenía un nuevo whatsapp.

“No sabía que estabas con Josh”

Me quede petrificada, con la blackberry en manos. Justin me había abierto, después de tanto tiempo.

“¿Qué te importa a ti con quien este o deje de estar?

Contesté borde, porque me apetecía ser borde.

“Me importa más de lo que crees”

Sentí como una punzada en el corazón, al leer esas palabras.

“Ya, claro. Eres un autentico gilipollas. Y no tienes idea de nada”

Al enviar eso, me sentí un poco mal. Pero rápidamente, el me contesto.

“Lo sé. He sido un gilipollas. He perdido a la persona que más me llego a importar y me importa ahora mismo”

No, otra vez no. Justin se estaba comportando de manera demasiado adorable, y terminaría cayendo otra vez en sus manos.

“… Paso de hablar estas cosas por aquí. Prefiero hablarlo cara a cara. Adiós”

Y apague la blackberry, sin esperar a que contestara.

Suspire hondo, y volví a centrarme en mis deberes. Cogí mi portátil para seguir haciendo el trabajo de Filosofía, el cual tenía que entregar de aquí una semana. Saqué de mi estuche el pendrive rojo que me regalo mi padre y lo metí en el ordenador. Cuando salió la ventanita emergente, busque la carpeta de filosofía, pero vi otra que me llamo más la atención.

“Verano 2011”

Con un doble clic, la carpeta se abrió y más de 100 fotos aparecieron. En todas, ABSOLUTAMENTE todas, salía él.

Fotos de cuando quedábamos con Ryan y los demás, de la noche en la playa, de cuando vino a comer a casa, de cuando nos quedamos en casa de Blair…Fotos que me mostraban algo que ya
sabía. Que estaba enamorada de él.

Seguí mirando todas las fotos, mientras sonreía como una estúpida, cuando el timbre sonó.

-¡VOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOY! – grité, saltando del sofá.

Cuando fui a abrir, me quede petrificada en la puerta.

-¿Q-que haces tú aquí? – tartamudee, perpleja.

Capítulo 4 ~ Segunda Temporada




No tuve tiempo para reaccionar. En un abrir y cerrar de ojos, me encontraba empotrada en la pared de la escalera con Justin enfrente mío, mirándome fijamente. Sus manos posaban en mi cintura, mientras sonreía de manera irónica.

-¿Ya no te acuerdas de mí? – repitió, acercándose más a mí.

No sabía que contestar, estaba perdida en su mirada y mi corazón latía cada vez más y más fuerte. Agache mi cabeza, sin contestarle, pero él me la levanto con el dedo índice otra vez.

-Te he echado de menos… - dijo, acariciando mi mejilla.

-¿Si? Pues no lo parece – le espeté - ¿Eres feliz con Blair, no?

Me deshice de él, y seguí bajando las escaleras, hasta llegar a las taquillas. Él me siguió, y otra vez me volvió a coger de la cintura y me atrajo hacia él. Me miro de aquella forma, con la que me miraba en verano. Mi cuerpo estaba petrificado y no podía moverme. Quería deshacerme de él, pero no reaccionaba.
Y antes de que lo impidiera, cogió mi cara dulcemente y me besó.
3957348672589734895 recuerdos, invadieron mi mente. No me aparte, le seguí besando sin importarme lo que pasara después.

Entonces, escuche los pasos de alguien, que bajaba por las escaleras. Empuje a Justin, apartándolo de mí y me fui corriendo hacia la clase. Pude escuchar como soltó un suspiro, y una pequeña risa a la vez.

Entre sobreexcitada, jadeando. Mi corazón latía a mil por hora.

-¿Te pasa algo? – preguntó Josh, cuando me senté a su lado. – Se te han subido los colores.

Negué con la cabeza, mientras sacaba el libro de filosofía.

-Ehm…______ - carraspeo Josh – estamos en Lengua.

Cuando dijo “lengua”, sin saber el por qué me empecé a reír por lo bajo. Josh suspiro, y presto atención a la clase. Al cabo de un rato, yo pare de reír.

No aprendí nada en esa hora. En mi cabeza solo había Justin, Justin y más Justin.

A segunda hora, me tocaba clase con él. No sabía cómo iba a mirarle.

Me senté con Josh, como siempre esperando que entrara la profesora. Y entonces, entró él. En ese momento, la imagen parecía que fuera a cámara lenta. Al verme, me guiño un ojo y Josh, se dio cuenta.

-Odio a este tío – dijo, mirándolo.

-¿Por qué? – dije, con todo defensivo (demasiado incluso) - ¿Te ha hecho algo?

Negó con la cabeza y me ignoro por el resto de la clase. No entendí esa actitud. Durante el resto de las clases, no me habló. Se sentaba conmigo, pero no me dirigía ni la mirada.
Como era jueves, no tenia clase por la tarde y siempre me quedaba a comer en el instituto. Me senté en la mesa de siempre, con Josh, el cual seguía sin dirigirme la palabra.

-¿Qué he hecho? – dije, tirando el tenedor.

-Nada. – contestó, sin mirarme - ¿Por qué?

Iba a contestarle, pero en ese momento Justin entro con Blair cogidos de la mano, junto a 3 personas más. Al verme ella, se abalanzó sobre Justin para darle un beso, montando un espectáculo.

Agache la cabeza, avergonzada sin saber por qué. Josh miraba atentamente a Justin y esa pandilla. Se sentaron delante de nosotros, mientras Blair susurraba cosas al oído a Justin, y este sonreía y reía.

¿A qué venía ese cambio? ¿Tanto había cambiado des del verano? ¿Por qué me besó, si esta con Blair?

Me sentía impotente, quería llorar, pero me aguante para no hacer el ridículo. No tenía ganas de comer, me levante y tire todo el contenido de la bandeja, a la basura bajo la atenta mirada de Josh, y todos los que estaban sentados en frente nuestro.

Fui a coger mi bolso para irme a casa. No soportaba un minuto más, en ese comedor.

Empecé a andar, y pase por al lado de la mesa de Justin y compañía. Justin hizo el amago de levantarse y seguirme, pero algo lo paro.

-Eh, ______. Espera – gritó Josh, haciendo que medio comedor callara.

Me puse roja, no me gustaba ser el centro de atención. Josh se acerco a mí, a paso rápido. Pensé que quería pedirme algo, pero me equivoque. Todo paso muy rápido. Me cogió la cara y me beso, bajo la mirada de medio comedor y sobretodo de Justin.

Capítulo 3 ~ Segunda Temporada



Las semanas iban pasando, lentamente. Poco a poco, me fui haciendo intima de Josh. Me sorprendía la cantidad de cosas que teníamos en común. El proyecto de fotografía iba genial, y esa misma tarde había quedado con Josh para ir a hacer unas cuantas fotos más, de paisaje natural.

-Intenta no ponerte tacones. – se burlo de mi

Le di un pequeño empujón, mientras me reía.
Durante esos días, me dije en Justin. Cada mañana me sonreía y me decía “Buenos días”

Blair ya no estaba pegada siempre a él. Llegue a pensar que habían roto, pero luego me di cuenta de que no. Su actitud conmigo no era la misma, era más simpático y agradable que durante las primeras semanas que me incorpore a las clases.

-A las 4, en la puerta del instituto – dijo Josh, despertándome de mis pensamientos.

Asentí con la cabeza, mientras solté un suspiro.

Fui a mi casa para comer. Tenía dos horas aun por delante. Mi padre no acababa las clases hasta las 5, así que tuve que buscarme la vida. Saqué una pizza del congelador y mientras se calentaba, fui a poner a cargar la cámara de mi padre, para poder hacer las fotos.

Después de comer, me vestí (http://www.polyvore.com/cgi/set?id=46338527&.locale=es) y deje una nota a mi padre.

“He salido, tengo que hacer un trabajo para el instituto. Volveré a la hora de cenar”

Cogí las llaves, y me dirigí al instituto. Josh estaba allí, apoyado en la pared, esperándome. Me fije en él. Era guapo no, lo siguiente. Cualquier chica se sentiría atraída por él, sin embargo él no parecía el tipo de chico, con novia. Al pensar eso, me sentí mal, sin saber el porqué.

-Bien, me has hecho caso y no te has puesto tacones – dijo, señalando mis pies.

-Deja de burlarte de mí – me reí.

-Vamos, va. ¿Has traído la cámara? Veras el sitio que bonito es… - dijo, alzando la ceja.

-Venga. ¿Dónde es? – pregunté, mirando a mi alrededor.

-Ven – me cogió de la mano, y no pude evitar estremecerme al sentir el contacto de su piel.

Llegamos a un callejón, donde una moto estaba aparcada.

-¿Y esto? – pregunte, mientras me daba un casco.

-Regalo de cumpleaños – se rio. Se subió y yo hice lo mismo. – Agárrate fuerte.

No pude evitar sonreír. Me agarre a su cintura y en menos de 10 segundos, ya había arrancado e íbamos por carretera. Camino a dónde íbamos, me sentía confusa. Parecía que me estaba enamorando de Josh. Algo que yo no quería. Mis experiencias no fueron muy buenas, y no quería volver a sufrir otra vez.

Josh se paro en mitad de la carretera, y se bajo.

-¿Qué haces? – dije, sorprendida.

-Mira. – dijo, señalando a mi derecha.

Un campo vacio con indicios de que empezaba a brotar hierba y plantas, con arboles a los que les empezaba a salir las hojas.

-¿Pretendes que hagamos las fotos aquí? – Dije, decepcionada – No me gusta.

-Escucha. Estamos a finales de invierno casi. Cuando llegue primavera, esto estará muy verde, con muchísimas flores y los arboles perfectos. He pensado que cada semana podríamos venir aquí, y ver como todo va creciendo. Si no, siempre podemos cambiar de lugar.

-Bueno… - dije, sin sonar muy convencida.

-Confía en mí. Esto a principios de primavera, estará genial. Ya verás – me sonrió - Si no, siempre podemos cambiar de lugar.

Josh tenía una capacidad para convencerme fácilmente. Como hablaba, argumentaba y se expresaba, era increíble.

Hicimos unas cuantas fotos, y Josh me llevo a casa.

-Bien, mañana nos vemos. – me dijo, sonriendo.

-Hasta mañana… - iba a entrar, cuando Josh grito.

-¿Sabes? Si fueras rubia, serias mi tipo de chica ideal. – dijo, guiñandome el ojo.

-¿Perdona? – fui a donde estaba él.

-ERA BROMA, NO ME PEGUES – gritó.

Arranco la moto, y se fue, dejándome hablando sola.

Al día siguiente.

Casi llegue tarde a clase, por culpa del despertador. Me vesti rápidamente (http://www.polyvore.com/sdkjghdskjghsdkjghdskgjds/set?id=46230793) y ni siquiera desayune. Entre a clase, hecha polvo.

-Eres una vaga – se burló Josh.

Le levante el dedo corazón, mientras le sonreía. Estábamos en clase de filosofía. Pedí al profesor que me dejara salir a beber agua, y este accedió.

Los pasillos estaban desiertos, no había nadie. Bajando las escaleras, hacia la fuente del patio, unas manos rodearon mi cintura.

-¿Ya no te acuerdas de mí? – Me susurro al oído, haciendo que sus labios rozaran mi oreja.

Capítulo 2 ~ Segunda Temporada



Narras tú.

Un escalofrió recorrió mi cuerpo, al volver a ver esos ojos color miel. Me miraba con los labios prietos y los ojos abiertos, sin saber qué hacer. En seguida agache la cabeza, volviendo a prestar atención al libro. El se sentó en el único asiento que había libre, el de delante. Mi corazón latía más fuerte de lo normal. Empecé a recordar todos los momentos con él, los cuales intente borrar de mi memoria y pensé que lo logre. Pero estaba equivocada. Aun seguían presentes, y no lo podía evitar.

Pasé la clase, mirándole la nuca. Si, la nuca. No podía apartar la vista, de su persona. De vez en cuando, el miraba de reojo y yo apartaba la mirada. Cuando acabo la clase, salí corriendo de ahí. No quería hablar con él, iba a evitarlo.
-Eh, _______ - escuché su voz.

No, no, no, ¿Qué quieres? Déjame en paz, se feliz. Déjame ser feliz; pensé.

Me gire con una sonrisa en la cara y le salude.

-¡JUSTIN! – Dije, con demasiada euforia - ¿Cómo te va?

Justin alzo una ceja, perplejo.

-Se te ha caído el bolígrafo – dijo, revolviéndose el pelo.

Cogí el bolígrafo de su mano, con la intención de dar media vuelta e irme. Y entonces, apareció ella. Se abalanzó sobre Justin y le beso como si no hubiera mañana. No me lo podía creer. Y entonces, ella me vio.

-¡_______! – dijo, al darme un abrazo – Cuanto tiempo.

-Blair – dije, sin sonreír – Si, ya ves…Veo que tú has aprovechado el tiempo.

Solté una pequeña risa, di media vuelta y baje las escaleras a paso rápido. Me encerré el baño de chicas y no pude evitar soltar un par de lágrimas. Volvía a sufrir y por su culpa.

Salí del baño y me fui a clase. Tocaba fotografía. Odiaba tanto, el hecho de que Justin hubiese elegido el mismo bachillerato que yo. Por suerte, Blair no iba con él.

Cuando el profesor entro, me senté con Anne otra vez, la cual me noto rara.

-¿Te pasa algo? – dijo, en un susurro.

-Nada, tranquila – sonreí.

-Bien, como ya sabéis empezamos nuevo trimestre y eso significa que empezamos nuevo
proyecto – dijo, la profesora Miller.

Era una mujer de unos 40 años, con el pelo teñido ya que se le notaban las raíces negras. Alta y delgada, con arrugas en la cara.

-El proyecto, se realizara por parejas. – Dijo, sacando su carpeta de color gris – y os vais a centrar en la fotografía de paisajes urbanos y naturales.

Después de enseñarnos varias fotos acompañadas de una aburrida explicación, apago el proyector y saco un papel escrito.

-Bien. – Carraspeó – Ya os he dicho que el trabajo será por parejas.

-¿Las elegimos nosotros? – preguntó, una chica morena de la primera fila.

La Sra. Miller, le dedico una amplia sonrisa y luego negó con la cabeza. Seguidamente, se escucharon miles de quejas.

-Las parejas las he hecho yo, os gusten o no. – Chilló – Y si os calláis, las diré.
Empezó a decir las parejas, y el miedo se iba apoderando de mí.

-Anne Growney, iras con Justin Bieber.

Anne me miro, como si me pidiera permiso. Lo cual, no entendía. Suspire hondo, al menos no iría con él.

-_______ ________ iras con… - se quedo mirando el papel y hizo un par de tachones - iras con Josh Hutcherson.

Mire por toda la clase, en busca de ese tal Josh. No sabía quién era.

-Bien, la clase ya ha acabado por hoy. – Dijo, cogiendo su bolso – Quiero que para la próxima clase, hayáis empezado algo.

Recogí mis cosas, y note como una mano me tocaba el hombro.

-Eh…Hola. – Sonrió – Soy Josh. Tu…Tu pareja.

Me quede unos veinte segundos mirándole, con la boca entre abierta.

-Soy _____ encantada. – sonreí. – Perdona, es que me acabo de incorporar a las clases y no conozco a todo el mundo.

-No pasa nada – rio – ¿Eres amiga de María no? Eres bastante...famosa por el instituto.

-¿Por lo de Hollister? – me fije en que Justin me estaba mirando. No sé por qué, empecé a actuar de manera más coqueta con Josh. Justin salió de clase, con un gesto de rabia y yo no pude evitar sentirme…bien.

Me di cuenta que tenía muchas clases con Josh, y empecé a ir más con él. Era agradable, un chico con un punto de timidez.

Al final del día, ya tenía su teléfono y le consideraba como un amigo.

Llegué a casa a las 6. Mi padre, estaba sentado corrigiendo unas hojas. Supuse que eran exámenes.

-¿Que tal el día, cielo? – preguntó.

-Bueno…Pensaba que iría peor. – dije, subiendo hacia mi habitación.

Capítulo 1 ~ Segunda Temporada



Narras tú.

A las 07:45 sonó el despertador. Adiós buena vida, hola rutina. Hacia una semana que había vuelto de Nueva York. Ya no me alojaba en casa de mi madre, volví con mi padre y Brandon, mi hermano. Acorde con mi madre que el segundo fin de semana de cada mes, iría a pasarlo con ella.

Me incorporaba a las clases. Empezaba el segundo trimestre en primero de bachillerato, y no iba a ser fácil. Lucy hablo con mi instituto, para que me dejaran incorporarme a las clases. Pusieron como condición, que me fuera examinando cuando estaba en Nueva York. Como si estuviera en clase normal. Daba clases con un profesor particular y al acabar el tema, estas notas se enviaban al instituto.

Hollister me había contratado como modelo, si. Tenía un contrato fijo. La empresa decidió que era mejor que solo hiciera las campañas de verano. Debido a mi edad, preferían que estudiara y que al menos tuviera estudios para asegurar mi futuro.

Podía decirlo, era feliz.

-¡TÚ, CABEZA HUECA! –Grito Brandon des de abajo - ¡Si quieres que te lleve, debes estar lista en menos de 5 minutos!

-IRE ANDANDO, VETE. –grite aun des de la cama.

Escuche como se cerró la puerta y me levante.

Tenía miedo de ir al instituto. Sabía que María iría al mismo que yo a diferencia del último año. Se había cambiado expresamente. Tenía ganas de ver a mis amigas de siempre, sobre todo a Natalie, mi mejor amiga. Había estado todo el verano fuera y no la había visto.

Mire el reloj, las 07:57.

-¡MIERDA! –grite.

Entraba a las 08:15. No me iba a dar tiempo para desayunar. Fui al baño a lavarme la cara y los dientes. Me peine y arregle a la velocidad de la luz. Abrí mi armario de golpe, y busque algo que ponerme. Empezaba a hacer frio.

Me vestí (http://www.polyvore.com/cgi/set?id=46025444&.locale=es) y baje las escaleras lo más rápido posible.

-¡El bolso! – suspire. Volví a subir a mi habitación, recogiendo los libros necesarios. Los cogí todos, ya que aun no sabía mi horario.

El primer día y vas a llegar tarde; pensé.

Cogí un zumo de piña y una tostada que había preparado seguramente mi padre. Guarde el zumo en el bolso y me metí la tostada en la boca. Me calce los zapatos, a la vez que masticaba. Me puse la chaqueta y salí pitando de casa. Corrí a más no poder, hasta mitad del trayecto. Saque mi teléfono y mire la hora. 08:13. Suspire, y volví a correr. Al fin llegue al instituto. Volví a mirar el reloj, las 08:19. Llegue a tiempo antes de que cerraran la puerta. Fui a secretaria a preguntar sobre que clase iba.

-¿Curso? – pregunto la secretaria.

-Primero de bachillerato. Hago el artístico. – dije, mientras me peinaba con los dedos.

-Ahora tienes clase en el aula “1C”, de la tercera planta– dijo, mirando el ordenador – Luego baja y te daré el horario de tu bachillerato.

Subí las escaleras. Respire hondo. La clase ya había empezado y yo iba a entrar ahí como si nada.

Llegue a la clase. “1A” estaba escrito en el cartelito. Mire mi reflejo en el cristal de la puerta que tenia detrás, me arregle el pelo otra vez y pique a la puerta.

-“Adelante” – dijo una voz femenina.

Suspire hondo por 35974398753467345 vez, y abrí la puerta.
Miles de comentarios en voz baja retumbaron en mis oídos.

“¿Qué hace?” “¿Esta es ______?” “Hollister” y otros comentarios que no pude apreciar bien.

-Siento llegar tarde – dije, y toda la clase callo – Aun no sabía a qué clase tenía que ir.

La profesora, me miraba atentamente y sonrió.

-¿Tu eres _______, verdad? – Dijo, mirándome fijamente – Ya me han informado sobre lo tuyo, tranquila. Siéntate, por favor.

30 pares de ojos me observaban con atención. Me senté al lado de una chica morena. De momento, no reconocí a nadie en esa clase.

La primera clase termino y yo baje a conserjería. Quería mi horario y saber quién era mi tutor. Recogí el horario y busque la clase que me tocaba. Psicología, aula 3C.

-¿________? – escuche alguien detrás mío.

Me gire y vi a María, con dos libros en mano.

-¡MARIA! – grite con una euforia que no sé de donde salió.

-Oh dios mío, - dijo al darme un abrazo - ¿Qué es de ti? ¿Qué tal por Nueva York?

-Todo genial - me reí – tengo clase. ¿Te busco en la hora del recreo si?

Asintió y se despidió de mí. Fui a mi aula, aun no había nadie. Solo unos cuantos alumnos hablando entre ellos. Entre ellos estaban Anne y Haley, dos de mis mejores amigas. Me alivio verlas y hablar con ellas. Seguían igual de locas. Justo en ese momento entro el profesor. Antes de empezar la clase hable con él y me dijo lo mismo que la anterior profesora, que ya estaba informado.
Me fui a sentar al lado de Anne para así, poder hablar más con ella. Historia del arte me aburría, la verdad. Hacia 5 minutos que la clase había empezado y ya me estaba durmiendo. Me coloque de manera estratégica, mirando el libro con la cabeza bajada para que no se viera que estaba durmiéndome. Justo en ese momento, la puerta se abrió de golpe.

-¡Perdón! – Dijo – Llevo toda la mañana donde el director, aquí está la nota.

-Siempre igual, Bieber – dijo el profesor.

Al escuchar ese nombre, desee con todas mis fuerzas que fuera otro Bieber. Levante la vista del libro, y volví a recordar todo el pasado.

Capítulo 23




Narras tú.

Respire hondo y me sequé las lagrimas. Si creía que esto se acabaría así, lo llevaba claro. Baje las escaleras de dos en dos, a la mayor velocidad que pude. Salí a la calle y me dirigí a su casa. Piqué al timbre varias veces y me abrió Selena.

-Justin no está. – dijo, masticando su chicle.

Aun no sé cómo fui capaz, de ignorarla y entrar dentro de la casa sin hacerle caso. Ella tampoco se opuso, así que me facilito las cosas. Subí a su cuarto y abrí la puerta de su habitación y lo vi, estirado en su cama, leyendo. Al verme, soltó un suspiro y se levanto. Cerré la puerta de un portazo y me quede plantada mirándole, con la carta en manos.

-Que es esto – dije marcando claramente cada palabra por separado y enseñando la carta.

-¿No sabes leer? – se volvió a sentar en la cama, y cogió otra vez su libro.

Narra Justin. 

Me iba a odiar toda la eternidad por lo que le estaba haciendo. No pensé que vendría a verme a casa. Y mira que avise a Selena, de que no la dejara entrar.

-D-dime que es broma…por favor – se acerco más a mí, con los ojos húmedos. Me dolía en el corazón verla así.

-¿¡ES QUE NO SABES LEER!? Te lo he dejado bien claro – ante mi grito, empezó a llorar sin hacer ruido.

-No, no sé. Quiero que me lo digas tú – dijo casi en un susurro.

Mi odio hacia mi persona aumentaba. Deseaba decirle que la quería. Decirle que la había echado de menos. Que yo no era nadie, si ella no estaba conmigo. Pero no podía. No quería estropearle nada de su futuro.

-_________. NUNCA, NUNCA TE HE QUERIDO. – grité, cogiéndole la carta. – Gracias por ese polvo. No has sido nada más que eso, una de las miles de chicas que han pasado un verano conmigo. Olvídalo, por que todo ha sido una farsa.

-¡NO TE INVENTES LAS COSAS! – gritó, acercándose a mí. Se seco las lágrimas, pero volvieron a salir – No te creo. ¡NO TE CREO!

-Déjalo. Nunca te he querido. Eras la única chica que se me resistía… - Quería empezar a llorar, pero debía de seguir con la actuación. – Te he conseguido. Te he quitado lo que me interesaba. Ya no te necesito.

Ante mis últimas palabras, ________ se quedo petrificada.

-Justin…por favor…. – dijo, entre sollozos – Mírame a los ojos.

Me cogió de la cara, y no pude evitar estremecerme al sentir sus cálidas manos tocándome de nuevo. La miré a los ojos. Los tenía rojos. Aun no sabía que hacía de vuelta aquí, en teoría tenía que estar en Nueva York. Empecé a recordar todo lo que pase con ella. Sobre todo, la noche en que me declare. Una de las mejores de mi vida. Y ahora, estaba plantado enfrente de ella como un idiota, aguantándome las ganas de abrazarla y decirle lo mucho que la quería. Sin embargo, la estaba haciendo sufrir. Y por eso, me odiaba. Me odiaba por hacerla llorar.

-Mírame a los ojos, y dímelo – susurró – Ten el valor de decirme que no sientes nada. Dime que no sientes nada cuando te miro, y te abrazo. Dime que cuando me ves no sientes como el corazón te da un vuelco.

_______, empezó a llorar. Iba a hablar, pero puso un dedo en mis labios, para que me callara.

-Dime que no soy la única chica que te ha hecho que te tiemble el pulso. Dime que cuando estás conmigo, no te hace falta nada más para ser feliz – Hizo una pausa, y se acerco su cara a centímetros de la mía – Dime que cuando te beso…no sientes nada. Dime que todo esto es verdad y te aseguro que no me volverás a ver.

Mi mundo se congelo durante unos instantes. Quería decirle que no, que era mentira. Que la amaba más que mi propia vida. Que era la única chica que me hacía falta para ser feliz. Que cuando me besaba, mi mundo se paralizaba. Que no me importaba nada más que ella. Que necesitaba su presencia a mi lado, tanto el oxigeno para respirar. Quería decirle que sin ______, no existía Justin. Pero no podía.

-Nada de lo nuestro ha sido real – dije, soltándome de ella – Olvídame. Yo ya te he olvidado.

Y al ver su cara, mi corazón se rompió en mil pedazos. Haciendo que mi autoestima, se hundiera en lo más bajo.

_________, salió corriendo de la habitación. Escuché como cerró la puerta de la entrada con un portazo.

Me estire en la cama, y empecé a llorar desconsoladamente. Me odiaba a mí, odiaba a Blair y odiaba a todo el mundo. En dos semanas, empezaría las clases y tendría que salir con Blair.

Desee con todas mis fuerzas que ______, no volviera de Nueva York. Que se quedara allí, cumpliendo su sueño.

Su imagen llorando, quedo grabada en mi cabeza. Y cada segundo que pasaba, me sentía la persona más asquerosa de todo el mundo.

Narras tú.

Entre en casa. Mi madre no estaba. Mejor. Cogí el teléfono y llamé a Lucy. Quería volver a Nueva York, alejarme de él. Olvidarle.

Me inventaría alguna excusa para Lucy y otra para mi madre. Gracias a dios, Lucy no pregunto por qué quería volver. Me dijo que el avión saldría en dos horas y que un coche de la empresa iría a mi casa a buscarme.

Mi maleta aun estaba hecha, subí a mi habitación para cogerla. Quería alejarme de él y de todo lo que le rodeaba. Mire el reloj, en nada vendría el coche. Entonces, vi la pulsera colgando de mi mano. Con la “J” de su nombre, brillando. Me la quite y la tire a la papelera de mi cuarto. En esos momentos, odiaba todo lo relacionado con él.

Fui estúpida al creer que había cambiado. Que realmente valía la pena darle una oportunidad y confiar en él. Solo quería una cosa y me la quito. Él mismo lo dijo. Realmente, fui estúpida en pensar que me quería.

Escuché un el motor de un coche y seguidamente el claxon. Antes de salir, deje una nota a mi madre. Entre en el coche y mire su casa.

Me pidió que le olvidara. Y lo iba a hacer. Iba a rehacer mi vida de nuevo. Justin formaba parte del pasado. Un pasado que quería olvidar completamente.

*Fin primera temporada*

Capítulo 22




Narra Blair. 

Al fin, después de dos meses pondría en juego mis cartas. Quizás no eran las más adecuadas, pero me daba igual. Hacia exactamente 1 mes y medio que ______ se había ido. Durante las últimas dos semanas estuve hablando con mi padre, y le deje las cosas bien claras. Hoy, Jonny iba a hacer su parte del trabajo. Desperté feliz, sabiendo que a ______ y Justin, les quedaban pocas horas de relación. Envié un mensaje a _______, para hacerme la buena. Me daba asco, hasta decir su nombre.

"Cielo, me he levantado y he pensado en ti. ¡Se te echa de menos por aquí! De aquí nada empezaremos las clases. Espero que vayamos al mismo instituto ;) Disfruta al máximo de lo que te queda"

Me estaba planteando meterme a actriz, lo hacía bastante bien.
Llamé a Gladys, y le pedí que me trajera el desayuno a la cama. Tenía que ser un día perfecto y quería empezarlo bien.

Después de desayunar, fui al parque. Había quedado con Jonny.

-Sabes lo que tienes que hacer - dije, seca - Por algo te pago.

-¿Crees que es necesario? - dijo, en un tono apagado - Solo haras daño...

-¿A ti no te gusta _____? - me levante del banco - ¿Te gusta verdad?

Jonny, agacho la cabeza sin contestarme.

-Bien, te gusta. - dije, irónica - ¿No odias verla con Justin? Si me ayudas, podrás conquistarla sin
que haya nadie en medio. Además, nadie sospechará de ti. Y si lo hacen, tampoco pasara nada.

-¿A qué hora? - suspiro - ¿Y el dinero?

-Cuando lo hagas, te lo daré. Hoy, a las seis.

Me fui, dejándole con la palabra en la boca.
Fui al centro comercial. Tenía ganas de ir de compras. El dinero, no era problema. El problema era, quien me llevaría las bolsas...

Narra Justin. 

Como cada día, a las cuatro de la tarde llame a _______. Casi dos horas de conversación, y no decíamos nada.

"-Sabes que nada es igual, sin ti por aquí -dije, interrumpiéndola en una frase.

-Sabes que te amo. - respondió - Quizás vaya una semana por ahí, a ver qué tal esta todo.

-¡¿A si?! -dije sorprendido - Necesito verte, no soporto esto.
-Último esfuerzo - dijo, con su dulce voz - Llevamos casi dos meses separados y nada ha cambiado. Dos meses más, quizás menos.

-¿Menos? - iba de sorpresa en sorpresa.

-Depende de las fotos, pero vaya. Que no falta mucho. - se rio - Te dejo, hablamos mañana. Te amo muchísimo, Biebs.
-
Te amo más - y colgó."

Mire el reloj. Las seis. Normalmente, estaría con ______. Pero des que se fue, no hacía nada.
Entonces, mi teléfono sonó. ¿______ estaba llamando?
Era un número oculto. Sospeché, pero decidí cogerlo. Quizás era ella, con el teléfono de una amiga.

-¿Si? - dije, con desconfianza.

-Hola Bieber - una voz, masculina me retumbo en el oído.
-Hola. - contesté - ¿Quién eres?
-Eso no importa. - se rio - Todo bien con. ¿Cómo se llamaba la puta esa? Ah, sí, _______.

Estaba desconcertado. Dudaba entre colgar y contestar.

-Escúchame bien, niñato - dijo, sin dejar tiempo a mi reacción - Te lo explicare una vez. Vas a dejar a esa novia tuya, o si no... Ella sufrirá las consecuencias.

-¿Esto qué coño es? - grite - ¿Es una broma no?

-Créeme, no lo es.

-¿Crees que voy a dejar a mi novia, porque alguien me lo diga? - dije, irónico - ¿Te crees que tengo miedo, payaso?

-Está bien. - se calmo - Vamos a ver... ¿Está en NY, verdad? Interesante...

-Juro por mi existencia, que como le pase algo a ______, te buscare por donde sea, hasta encontrarte.

Empezaba a enfadarme. Las bromitas telefónicas de mal gusto, no me apasionaban.

-Mira, - dijo, el chico - Es simple, o la dejas... O su sueño de triunfar en la gran ciudad, se irá a la mierda. Y será por tu culpa.

-¿Esto es una amenaza? - soné desafiante.

-Tómatelo como quieras, Biebs. - empezó a reír - Esto no es broma. Vas a dejar a tu novia. Si no lo haces, sus estudios, y su sueño se irán al garete. ¿Entiendes?

No conteste. Simplemente colgué.
Baje las escaleras y fui directamente hacia la puerta. Cogí las llaves y me dirigí andando a casa de Blair. Me jugaba el cuello que ella andaba de tras de esta estupidez.

En menos de diez minutos llegue. Pique el timbre y me abrio Gladys. Pase de su cara y entre directamente a la casa, dejándola dando gritos. Subí hacia el cuarto de esa víbora y la encontré pintándose las uñas.

-Hola Justin - dijo sonriendo - ¿A qué se debe esta agradable visita?

-Me das asco - le espeté. - ¿Quien te crees que soy? ¿Tu marioneta?

-No sé qué dices. - volvió a coger el pote de laca de uñas. Se lo quite de la mano y lo estampe contra la pared.

-No me vayas de niña buena, porque no lo eres - me acerque a ella - ¿Te crees que no se, que eres tú la que quiere que deje a _______? ¿Quién ha sido el que me ha llamado?
Blair soltó una de sus risas irónicas.

-¿Que te hace pensar que soy yo? - dijo sonriendo.

-¿Que que me hace pensar que eres tú...? - hice una pausa, para calmarme - Que eres la única estúpida que aun no ha superado que hemos roto.

Blair se levanto de donde estaba y se acerco a mi.

-¿Estás seguro? - sonrió - ¿Estás seguro de que ya...ya no me quieres?

No le supe que contestar.

-¿Crees que eso es suficiente para que rompa mi relación con _______?

-Me da igual. - se acerco mas a mi - Admítelo, Biebs. No me has olvidado, y yo tampoco a ti.
-¿Por qué quieres que deje a _______.?

-Porque aun te quiero. Rompimos por su culpa y lo sabes.

-No mientas, rompimos por que...

-¿Por qué, que? - se rio - Vamos Justin, si ni siquiera le dijiste que hemos estado juntos.

-¿Por que eres tan zorra? - dije, sin poder evitarlo.

-Mira, te lo voy a decir claro - se toco el pelo - Mi padre, tiene poder sobre Hollister. Realmente, ¿quieres que salga de allí? ¿Que no termine sus fotos? ¿Quieres que echen a ______, de Hollister, como si no fuera nadie?

- ¿Cuanto hace que llevas planeando esto? - apreté el puño.

- se rio - Me gustaría que volviéramos a intentarlo. Olvida a _______.

-¿Sabes Blair? - me acerque a ella, y le acaricie la cara - Me das asco. ¡ASCO! Eres una amargada que solo disfruta del dolor ajeno. ¡OLVIDAME! Si crees que voy a _______, por ti... Vas equivocada.

-Pues, supongo que... Voy a tener que llamar a mi padre. - suspiro - Ya, de paso de dire a _______, que hemos sido pareja. Y que no se lo quisiste decir.

-¿A quién crees que creerá antes? - me reí - Eres patética.
-
Tengo pruebas, créeme. - sonrió - Bueno, llamo a mi padre. Aguarda.

Cogió su teléfono de su escritorio, y empezó a marcar con una sonrisa en la cara.

-¿Papá? - dijo, mirándome - Te tengo que contar una cosa que te interesará. ¿Sabes la chica esa... ¿_______? Si, _______.

Fui hacia ella, y le quite el móvil de las manos.

-Tú ganas. - dije, sin mirarla - Pero déjame mi tiempo.

-Antes de que empiece el curso, Biebs - dijo, cogiéndome el teléfono de las manos.

-Que sepas, que me das asco - respondí - Eres una... Paso de insultarte, tú misma sabes lo que eres.

Me fui de ahí, pensando en lo que acababa de pasar. Si no dejaba a ______, la iban a echar de Hollister. No quería que por mi culpa, no pudiera cumplir su sueño. Juré no hacerla sufrir otra vez, pero tampoco quería estropearle sus sueños.

Entre en casa, con mucha rabia acumulada. Aun no sabía quién era el que me había llamado, pero lo iba a averiguar. Blair era tan estúpida que me lo diría. Quedaba poco para empezar las clases, y Blair me había puesto la condición de cortar con ______, antes de empezar el curso.

No quería verle la cara cuando se lo dijera. No quería verla llorar. Me iba a odiar por el resto de mi vida. Pero, la quería demasiado como para dejar que Blair, le estropeara su futuro y sus estudios.
Llegue a casa con la cabeza hecha un lio. La única manera que tenia, de no ver le la cara, cuando rompiera con ella... Era, no estando con ella. Y solo había una manera de hacerlo.

Narras tú. 

Habían pasado casi tres meses, des de que me fui. La campaña de verano fue un éxito, y ya iba por la mitad de la de otoño.

Aunque no lo estaba pasando tan bien, como al principio. Justin ya no me llamaba y cuando lo intentaba hacer yo, comunicaba. Empezaba a tener miedo. Por las noches no podía evitar llorar, pensando en que podía haber hecho para que ahora estuviéramos así. Hablé con Ash, de cómo me sentía. Ella me tranquilizó. Me dijo que Justin debería estar casi en los principios de curso, y que estaría muy liado.

Ese mismo día, Lucy me dijo que tenía una semana libre. Que si quería volver, para visitar a mi madre, podía.
Acepté, y a la mañana siguiente estaba otra vez en el aeropuerto. Mi madre me vino a buscar eufórica. Durante el trayecto hacia casa, me conto que Justin vino una vez a casa, mientras yo no estaba.

-¿Para qué? - dije, confusa.

Mi madre alzo los hombros, en señal de que no lo sabía.
Cuando llegamos a casa, subí directamente a mi habitación a dejar mis cosas. Me estire en mi cama y suspire.
Luego, llamaría a María.

Mire por la ventana, en busca de Justin. Nada. La persiana estaba bajada. Entonces, vi un sobre rojo en mi escritorio.
Fui hacia allí, y lo abrí.

Al leer las primeras dos frases, las lágrimas empezaron a brotar de mis ojos. Ahora lo entendía todo.

Capítulo 21




Narras tú. 

-Es un alivio empezar a conocer gente ahora – dije, dándole la mano – Estoy de los nervios.

-¿Es la primera vez? – dijo, señalando mi folleto.

-Sí, no tengo mucha practica en este mundo – reí - ¿Y tú?

-También es la primera que hago – sonrió – Seguro que la campaña triunfa, mírate: Eres guapísima.

No pude evitar sonrojarme y reír.

-Gracias – susurré. En ese momento el piloto del avión, habló.

“Gracias por elegir American Airlines para realizar su viaje. Me llamo Fred Jones, y seré su piloto. Espero que tengan una agradable travesía y disfruten del viaje”

Al cabo de un rato, noté como el avión se empezó a despegar. Mis nervios iban de más a menos. La compañía de Logan era agradable y eso hizo que el viaje se me pasara más rápido.

Descubrí que Logan, tenía la misma edad que yo. Que sus padres estaban separados y que su última novia le puso los cuernos. Me explico muchas cosas acerca de su vida, como si me conociera de siempre. Yo también le iba contando cosas sobre mi familia, mis amigos y Justin. Al él, no parecía molestarle.

-Mira – dijo señalando la ventanilla – ya aterrizamos.

Cuando el piloto dio su mensaje de despedida y recordatorios, me levante y cogí mi maleta. Baje con Logan, facturamos juntos y salimos del aeropuerto. Entonces vimos a Lucy, en frente de un gran coche negro con dos chicos más. En concreto una chica y un chico.

-Veo que ya has hecho amigos – dijo sonriendo – Vamos, entrar.

Abrió la puerta del copiloto y entro. Nosotros hicimos lo mismo con las puertas traseras. Mientras íbamos camino a no sé donde, observaba con atención la ciudad. Nueva York. Aun no me creía que estaba en la mejor ciudad (para mi gusto) del planeta. Tanto los edificios, la gente, las tiendas, casas, todo me resultaba perfecto a mis ojos.

-¿Cómo te llamas? – Me preguntó el chico que tenía en frente, haciéndome salir de mi mundo de yupi.

- _________ - sonreí.

-¿Tu eres la amiga de Blair, verdad? – me preguntó.

-¿Conoces a Blair? – Pregunté, sorprendida – No es mi amiga, es… conocida.

-Bueno, no personalmente. He oído hablar de ella. Su padre es uno de los “magnates” de Hollister – dijo, sin prestar atención a mi sorpresa - ¿No lo sabías?

-No… - todo me empezaba a parecer muy extraño.

-Perdona, no te he dicho mi nombre – me alcanzo su mano – Me llamo Mike.

-Encantada – miré de reojo a la chica y esta sonrió.

-Me llamo Ashley – dijo, al darse cuenta de que la miraba – Encantada.

Entonces el coche paro y Lucy, abrió nuestra puerta.

-Bienvenidos a Hollister – dijo, señalando el edificio.

Era un edificio con la puerta de cristal. El lateral, era todo de color gris y habían escritas las letras que formaban la palabra “HOLLISTER” de color rojo. Miré sorprendida, donde iba a pasar los próximos 4 meses.

-Os enseñaré vuestras habitaciones. Mike y Logan, estaréis juntos. – nos miro a Ashley y a mi – Vosotras, compartiréis habitación también.

Lucy nos guio hasta nuestras habitaciones. Mientras nos dirigíamos hacia ellas, ella nos iba explicando.

-No estáis solos, como podéis ver – dijo, señalando el vestíbulo donde habían varios chicos y chicas, haciendo sus cosas. – Aun no está confirmado que seáis modelos de esta empresa, solo sois…candidatos. Las campañas que haremos serán pruebas, luego decidiremos si seguís o no.

-¿Otro casting? – preguntó Logan.

-No exactamente, pero tómatelo así. – dijo, sin mirarle – vuestras fotos de la campaña, serán publicadas y vistas por todo el mundo. Procurar hacerlo bien.

Lucy abrió una puerta y entramos en un salón lleno de chicas. Nos miro a Ashley y a mí.

-Esta es la zona donde las chicas residen – señalo unas escaleras que habían – arriba, hay las habitaciones. La vuestra es la 206.

Íbamos a entrar cuando nos paro.

-Esta tarde, os vendrán a buscar – dijo, dándome las llaves de la habitación – Os enseñaran todo el edificio y la ropa que usareis para hacer mañana las fotos. Ahora descansar.

Lucy se fue y dejo a Mike y Logan detrás suyo. Mike estaba boquiabierto mirando las chicas que había en el salón. Normal. Eran todas modelos.

Logan le empujo para que siguiera a Lucy y me guiñó el ojo.

-Ya nos veremos – dijo, siguiendo a Mike.

Ashley subió las escaleras y yo la seguí. Al entrar en la habitación, elegimos cama y dejamos nuestras cosas. Llamé a mi madre para decirle que ya había llegado y luego hice lo mismo con Justin. Odiaba poder escuchar su voz, pero no verle.

-Aquí pasaremos 4 meses – dijo, Ashley – más nos vale llevarnos bien.

Reí ante su comentario. La chica era maja y muy simpática.

-Lo haremos – sonreí.

Durante el primer mes que estuve en la residencia, fueron geniales. Ashley y yo, nos estábamos convirtiendo en grandes amigas. También conocí a más gente y la fotos de la campaña, estaban quedando fenomenal. La campaña de verano ya estaba terminada, solo faltaba la de Otoño. Logan y yo, nos veíamos cada noche antes de la cena. El me explicaba lo que había hecho y yo igual.

Hablaba cada día con Justin y mi madre. Y el viernes de cada semana, María me llamaba pidiéndome que le enviara fotos de los modelos de Hollister. Todo iba genial, incluso mejor de lo que me esperaba. Mi estancia en Nueva York, se me estaba pasando volando. En tan solo 3 meses, volvería a estar en casa.

Narra Blair. 

Había pasado un mes, des de qué _______ se fue a Nueva York. Por lo que sabía, Justin la llamaba cada día explicándole que tal todo por aquí. Todo iba perfecto.

Deje que el primer mes se lo pasara bien. No quería ser tan mala y tampoco quería que sospechara. Quedaba un mes para volver a las clases y quería hacerlo de la mano de Justin. Tenía que darme prisa. Johnny ya sabía lo que tenía que hacer, que por algo le pagaba. Porque a mí, el chantaje no se me daba bien.