sábado, 1 de diciembre de 2012

Capítulo 2 ~ Segunda Temporada



Narras tú.

Un escalofrió recorrió mi cuerpo, al volver a ver esos ojos color miel. Me miraba con los labios prietos y los ojos abiertos, sin saber qué hacer. En seguida agache la cabeza, volviendo a prestar atención al libro. El se sentó en el único asiento que había libre, el de delante. Mi corazón latía más fuerte de lo normal. Empecé a recordar todos los momentos con él, los cuales intente borrar de mi memoria y pensé que lo logre. Pero estaba equivocada. Aun seguían presentes, y no lo podía evitar.

Pasé la clase, mirándole la nuca. Si, la nuca. No podía apartar la vista, de su persona. De vez en cuando, el miraba de reojo y yo apartaba la mirada. Cuando acabo la clase, salí corriendo de ahí. No quería hablar con él, iba a evitarlo.
-Eh, _______ - escuché su voz.

No, no, no, ¿Qué quieres? Déjame en paz, se feliz. Déjame ser feliz; pensé.

Me gire con una sonrisa en la cara y le salude.

-¡JUSTIN! – Dije, con demasiada euforia - ¿Cómo te va?

Justin alzo una ceja, perplejo.

-Se te ha caído el bolígrafo – dijo, revolviéndose el pelo.

Cogí el bolígrafo de su mano, con la intención de dar media vuelta e irme. Y entonces, apareció ella. Se abalanzó sobre Justin y le beso como si no hubiera mañana. No me lo podía creer. Y entonces, ella me vio.

-¡_______! – dijo, al darme un abrazo – Cuanto tiempo.

-Blair – dije, sin sonreír – Si, ya ves…Veo que tú has aprovechado el tiempo.

Solté una pequeña risa, di media vuelta y baje las escaleras a paso rápido. Me encerré el baño de chicas y no pude evitar soltar un par de lágrimas. Volvía a sufrir y por su culpa.

Salí del baño y me fui a clase. Tocaba fotografía. Odiaba tanto, el hecho de que Justin hubiese elegido el mismo bachillerato que yo. Por suerte, Blair no iba con él.

Cuando el profesor entro, me senté con Anne otra vez, la cual me noto rara.

-¿Te pasa algo? – dijo, en un susurro.

-Nada, tranquila – sonreí.

-Bien, como ya sabéis empezamos nuevo trimestre y eso significa que empezamos nuevo
proyecto – dijo, la profesora Miller.

Era una mujer de unos 40 años, con el pelo teñido ya que se le notaban las raíces negras. Alta y delgada, con arrugas en la cara.

-El proyecto, se realizara por parejas. – Dijo, sacando su carpeta de color gris – y os vais a centrar en la fotografía de paisajes urbanos y naturales.

Después de enseñarnos varias fotos acompañadas de una aburrida explicación, apago el proyector y saco un papel escrito.

-Bien. – Carraspeó – Ya os he dicho que el trabajo será por parejas.

-¿Las elegimos nosotros? – preguntó, una chica morena de la primera fila.

La Sra. Miller, le dedico una amplia sonrisa y luego negó con la cabeza. Seguidamente, se escucharon miles de quejas.

-Las parejas las he hecho yo, os gusten o no. – Chilló – Y si os calláis, las diré.
Empezó a decir las parejas, y el miedo se iba apoderando de mí.

-Anne Growney, iras con Justin Bieber.

Anne me miro, como si me pidiera permiso. Lo cual, no entendía. Suspire hondo, al menos no iría con él.

-_______ ________ iras con… - se quedo mirando el papel y hizo un par de tachones - iras con Josh Hutcherson.

Mire por toda la clase, en busca de ese tal Josh. No sabía quién era.

-Bien, la clase ya ha acabado por hoy. – Dijo, cogiendo su bolso – Quiero que para la próxima clase, hayáis empezado algo.

Recogí mis cosas, y note como una mano me tocaba el hombro.

-Eh…Hola. – Sonrió – Soy Josh. Tu…Tu pareja.

Me quede unos veinte segundos mirándole, con la boca entre abierta.

-Soy _____ encantada. – sonreí. – Perdona, es que me acabo de incorporar a las clases y no conozco a todo el mundo.

-No pasa nada – rio – ¿Eres amiga de María no? Eres bastante...famosa por el instituto.

-¿Por lo de Hollister? – me fije en que Justin me estaba mirando. No sé por qué, empecé a actuar de manera más coqueta con Josh. Justin salió de clase, con un gesto de rabia y yo no pude evitar sentirme…bien.

Me di cuenta que tenía muchas clases con Josh, y empecé a ir más con él. Era agradable, un chico con un punto de timidez.

Al final del día, ya tenía su teléfono y le consideraba como un amigo.

Llegué a casa a las 6. Mi padre, estaba sentado corrigiendo unas hojas. Supuse que eran exámenes.

-¿Que tal el día, cielo? – preguntó.

-Bueno…Pensaba que iría peor. – dije, subiendo hacia mi habitación.

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